En cuanto a las motocicletas, Madre de Dios (53.40%) y San Martín (38.19%) encabezan el ranking.
La tenencia de vehículos en los hogares peruanos durante el 2024 ha confirmado patrones ya observados, pero también ha revelado cambios claves que retratan la realidad social, económica y territorial del país. Según los datos de la Encuesta Nacional de Hogares elaborada por el INEI, apenas el 11.73% de los hogares en el Perú cuenta con un automóvil o camioneta, lo que representa un incremento marginal de 0.09 puntos porcentuales frente al año anterior. En contraste, la tenencia de motocicletas alcanzó el 16.73%, consolidándose por tercer año consecutivo como el tipo de vehículo más presente en los hogares peruanos. Esto significa que dos de cada diez hogares en el país cuentan con al menos una motocicleta.
“La motocicleta ha encontrado un lugar en el hogar peruano no solo como medio de transporte personal, sino como herramienta de trabajo y una solución frente a la congestión y a la falta de transporte público adecuado”, explica Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadísticas de la Asociación Automotriz del Perú (AAP). Añade que su creciente popularidad se debe a su bajo costo de adquisición, operación y mantenimiento, su adaptabilidad a zonas urbanas y rurales, y su versatilidad para actividades como el reparto o delivery.
Los datos también evidencian una expansión en el uso de bicicletas, cuya tenencia subió a 16.16% de los hogares, el mayor crecimiento entre todos los vehículos, con 0.48 puntos porcentuales de avance en solo un año. Este fenómeno respondería a diversos factores, como el bajo costo de mantenimiento, una mayor conciencia ambiental, los beneficios para la salud y la práctica deportiva, su uso recreacional, la expansión de ciclovías y la búsqueda de alternativas frente al creciente tránsito en las ciudades.
Por su parte, las mototaxis retrocedieron a 8.70%, a pesar del crecimiento en sus ventas, lo que indicaría que están siendo utilizadas principalmente para renovación. Según Morisaki, “esto muestra una posible salida de unidades más antiguas, que no ha sido compensada con el ingreso de nuevos vehículos”.
A nivel departamental, Moquegua lidera la tenencia de autos y camionetas con 24.92%, desplazando a Arequipa (24.46%) y Tacna (23.02%). Mientras que Lima solo alcanza un 17.47%. En el otro extremo, Loreto (1.40%), Amazonas y Ucayali siguen teniendo los menores niveles de motorización con vehículos livianos. “El liderazgo de Moquegua no es casual. Es el reflejo de un desarrollo económico sostenido, principalmente gracias a la minería, sumado a una mejor infraestructura vial y mayor capacidad adquisitiva de sus hogares”, precisa Morisaki.
En cuanto a las motocicletas, Madre de Dios (53.40%) y San Martín (38.19%) encabezan el ranking. En mototaxis, destacan Ucayali (38.43%) y nuevamente San Martín (32.47%). En esta región amazónica, la limitada infraestructura, la falta de transporte público y la dispersión geográfica han hecho que las motos y mototaxis se conviertan en vehículos fundamentales no solo para el transporte personal, sino como herramientas clave para el sustento diario.
La heterogeneidad también se refleja con nitidez al analizar la tenencia según nivel socioeconómico. En el NSE A, el 42.05% de hogares posee un auto o camioneta, mientras que en el NSE E la cifra cae a apenas 9.99%. En contraste, las motocicletas y mototaxis presentan mayor penetración en los estratos D y E, como alternativa más accesible y funcional. “La tenencia vehicular refleja fielmente las desigualdades estructurales del país. En los sectores altos predomina el auto, mientras que en los sectores más vulnerables, la motocicleta y mototaxi cumplen un doble rol: transporte y medio de subsistencia”, subraya Morisaki.
En cuanto al uso, el 78.14% de los hogares que poseen un automóvil lo utiliza exclusivamente para fines domésticos, mientras que el 21.86% lo emplea también como herramienta de trabajo. En el caso de las motocicletas, uno de cada diez hogares combina el uso personal con el laboral. Por su parte, los mototaxis destacan como los vehículos con mayor proporción de uso laboral: más del 40% de los hogares que los poseen los utilizan tanto para trabajar como para el transporte familiar, o de manera exclusiva para fines laborales.
A pesar del leve avance en algunos indicadores, el Perú continúa rezagado respecto a países vecinos. En Chile, el 71% de los hogares tiene al menos un automóvil, según CADEM. Las diferencias se explican por un mayor ingreso per cápita, bajo nivel de informalidad y alto acceso al financiamiento vehicular, sumado a una infraestructura vial extendida y eficiente.
Frente a esta situación, desde la AAP se plantea la urgencia de políticas públicas que fomenten la motorización responsable. Estas incluyen el impulso de programas de chatarreo, inspecciones técnicas vehiculares efectivas, incentivos tributarios para adquirir vehículos de bajas emisiones, financiamiento accesible y planes integrales de infraestructura vial, tanto para conectar regiones como para ordenar el tránsito urbano. “Es necesario que el país avance hacia una motorización más equitativa, eficiente y sostenible, y eso requiere decisiones políticas de fondo que prioricen la movilidad como un derecho y como un motor del desarrollo”, concluye Morisaki.