Más de la mitad de los grandes mercados de Lima han sido víctimas de extorsión o violencia armada. La mafia impone su ley entre granadas, balas y amenazas, afectando a más de 36 mil comerciantes.
Un informe reciente titulado “Emprende Seguro”, elaborado por la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Lima, revela una situación alarmante: el 50 % de los grandes centros de abasto en Lima Metropolitana ha sido blanco de extorsiones, atentados o amenazas violentas por parte de mafias dedicadas al cobro de cupos entre 2024 y lo que va del 2025.
Los distritos más golpeados son Comas, San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Puente Piedra, Villa María del Triunfo y La Victoria. Se considera «gran mercado» a aquellos con más de 300 comerciantes o fuerte afluencia por su ubicación clave o popularidad.
Mercados en la mira del crimen
El caso más crítico es el mercado Fevacel, ubicado entre Independencia y San Martín de Porres, con más de 3,000 comerciantes. Este centro ha sido atacado con granadas y ha sufrido atentados directos contra sus vendedores.
En La Victoria, el Mercado de Frutas, uno de los más importantes del país con más de 4,000 socios, ha denunciado al menos tres intentos de extorsión en los últimos meses.
Otros mercados también afectados son:
- Huamantanga (Puente Piedra)
- Unicachi, Mercado Central y Mega 80 (Comas)
- Nueva Esperanza y San Gabriel (Villa María del Triunfo)
- Las Flores y Los Álamos (San Juan de Lurigancho)
Las bandas utilizan métodos que van desde amenazas escritas acompañadas de balas hasta explosivos, incendios provocados y tiroteos. Algunos comerciantes han recibido imágenes con seguimientos, marcando así el nivel de control y vigilancia que imponen los extorsionadores.
Impacto devastador
Juan Moreno, presidente de la asociación vecinal, detalló que el mercado Unicachi, con 450 comerciantes, ha sido atacado dos veces con explosivos. Fevacel ha sufrido al menos dos atentados graves. En total, al menos 36,000 comerciantes han sido perjudicados por esta ola de violencia que socava la seguridad y la economía de Lima.