- El 81.8% de menores de 1 año cuenta con tres dosis de la vacuna contra la polio, por debajo de los niveles del 2018 (95.6%) y del 2019 (87.3%) según el MINSA.
- La OMS recomienda superar el 95% para minimizar el riesgo de un brote de polio.
- Para la ONG Voces Ciudadanas, es urgente garantizar la atención integral de los menores, incrementar las coberturas de vacunación, actualizar el Esquema Nacional de Vacunación y fortalecer la vigilancia epidemiológica.
Solo el 81.8% de niños menores de 1 año cuenta con las tres dosis de la vacuna contra la polio, esenciales para que estén protegidos contra la enfermedad, según datos del Ministerio de Salud (Minsa). Dicha tasa se ubica por debajo de los niveles prepandemia. En el 2018, la cobertura de vacunación llegaba al 95.6% de dicha población; y en el 2019, al 87.3%. La cobertura de vacunación antipolio disminuyó durante la pandemia COVID 19.
La cifra de vacunación contra polio registrada el último año no cumple con la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que consideran que los países de América deben tener por objetivo alcanzar y mantener una cobertura de vacunación contra la poliomielitis superior al 95% para minimizar el riesgo de un brote o evento de dicho mal.
Frente a este escenario, Pilar Collantes, presidenta de la ONG Voces Ciudadanas indicó que es urgente garantizar una atención integral de los menores, incrementar las coberturas de vacunación y fortalecer la vigilancia epidemiológica. Señaló que esto fue remarcado en octubre del 2022, por la Organización Panamericana de la Salud cuando indicó que el Perú es uno de los 4 países que están en muy alto riesgo de experimentar un brote de poliomielitis. En marzo de este año, el MINSA comunicó un caso de poliomielitis por poliovirus que afectó los dos miembros inferiores de un bebé de un año y cuatro meses de la comunidad awajún Nuevo Belén de Loreto, cuyos tutores no lo vacunaron. El último caso de polio salvaje en las Américas se presentó en el Perú en 1991, en la localidad de Pichanaki, región Junín.
Tipo de vacuna
El aumento de la cobertura, que fue esencial para que no se presentaran casos de poliomielitis por virus salvaje en nuestro país debe venir de la mano de una modificación del esquema de vacunación contra la polio para disminuir el riesgo de casos de polio salvaje y de poliovirus derivado. Desde enero del 2023 el Perú emplea 3 dosis de vacuna inactivada contra la polio (inyectable) seguida de dos dosis de vacuna antipolio oral. A partir de enero del 2024 nuestro país empleará 4 dosis de vacuna (inyectable contra la polio) y un refuerzo de vacuna antipolio oral.
“Si bien son avances importantes de nuestro país que saludamos, debemos pasar a usar solo vacunas inyectables contra la polio tal como lo hacen Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Costa Rica, Panamá entre otros países de las Américas, comentó Pilar Collantes, presidenta de Voces Ciudadanas, en el marco del Día Mundial de la Poliomielitis.
Desafíos para mejorar coberturas de Vacunación
Pilar Collantes resaltó, que, pese a los esfuerzos por cerrar las brechas de vacunación con más brigadas de enfermeras, todavía no llegamos al 95% de cobertura de vacunación, por lo que el MINSA debe considerar emplear en los bebes vacunas hexavalentes que protegen contra 6 enfermedades, entre ellas la polio, en lugar de las actuales vacunas pentavalentes que protegen solo contra 5 enfermedades.
Collantes indicó que la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica recomienda el uso de las vacunas combinadas hexavalentes en los Programas Nacionales de Inmunización porque pueden impactar positivamente en la recuperación de esquemas de vacunación, disminuye los eventos adversos (en especial en lactantes y prematuros), simplifica los esquemas, aumenta la confianza de los padres, disminuye el tiempo de vacunación y de registro de niños vacunados para el personal de inmunizaciones y puede ser una estrategia en que el costo de implementación puede ser minimizado”.
Agregó que, en nuestro país, las vacunas hexavalentes son solamente empleadas en el sector privado desde hace más de 20 años. Por su tecnología tienen mejor perfil de seguridad, y menos eventos adversos para todos los niños menores de 2 años, además disminuyen los pinchazos que le coloquen a los lactantes, ya que los niños que reciben la vacuna pentavalente les aplican el doble de vacunas que a los que reciben vacuna hexavalente.
Las reacciones adversas ocasionan, en muchos casos, que los bebés prematuros del segmento público no reciban su vacunación de forma oportuna. De esta forma –advirtió– la vacunación se retrasa, las coberturas caen y se genera un riesgo de brote de enfermedades, lo cual se debe prevenir y evitar.