El Kremlin confirmó que Vladimir Putin estaría dispuesto a reunirse con Donald Trump una vez que el presidente electo asuma el cargo. ¿Qué significaría este posible encuentro en el contexto de la guerra en Ucrania y las tensas relaciones entre ambos países?
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado su disposición a mantener un diálogo con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tras su investidura el próximo 20 de enero. La noticia fue confirmada por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien subrayó que no se requieren condiciones previas para la reunión, sino solo un deseo mutuo de dialogar.
Este acercamiento se produce en un momento clave, mientras las relaciones entre Rusia y Estados Unidos atraviesan su punto más bajo desde la Guerra Fría, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania en 2022. Sin embargo, la voluntad de Trump de abordar la guerra en Ucrania podría ser el eje de esta futura conversación.
Aunque el Kremlin no ha confirmado que la reunión ya esté programada, Trump había declarado previamente en Mar-a-Lago que tanto él como Putin desean reunirse para discutir el conflicto en Ucrania. El presidente electo consideró que el fin de la guerra es urgente y describió la situación como un “lío sangriento”.
A pesar de la apertura de Putin a la reunión, el líder ruso mantiene una postura firme sobre los territorios ocupados del este de Ucrania, insistiendo en que no busca solo un alto al fuego, sino una paz duradera con garantías para Rusia. Esta diferencia de enfoques entre ambos líderes plantea interrogantes sobre la posible efectividad de cualquier acuerdo.
En su última conversación telefónica con periodistas, Putin afirmó que no había hablado con Trump en más de cuatro años, pero dejó claro que está dispuesto a discutir la guerra en cualquier momento con el nuevo presidente estadounidense. Por otro lado, las relaciones bilaterales se deterioraron considerablemente durante el mandato de Joe Biden, quien sostuvo una cumbre con Putin en 2021 en Ginebra, pero la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia aumentaron las tensiones.
Mientras la comunidad internacional observa con cautela los movimientos diplomáticos entre Washington y Moscú, la posibilidad de un encuentro entre Putin y Trump genera expectativas sobre el futuro del conflicto ucraniano y la política exterior de ambos países.