- Perú ocupa el 10° puesto en el ranking de crimen organizado que abarca 35 países de América Latina.
La triple frontera entre Perú, Bolivia y Chile se enfrenta a un gran desafío en la lucha contra el contrabando, alertaron expertos en seguridad de los tres países, y subrayaron que el aumento de este flagelo en la región está impulsando al crimen organizado, convirtiéndola en un caldo de cultivo para mayores actividades ilícitas.
Este grave problema fue advertido también por la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito (CLCI) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) del Perú, durante su participación en el Seminario “Revelaciones sobre Crimen Organizado y Comercio Ilícito: Lecciones desde Chile y Perú”, realizado el pasado 12 y 13 de marzo en La Paz, Bolivia.
En el evento, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) boliviana dio a conocer un reciente estudio de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, que abarca a 35 países de América Latina, el cual revela que Perú ocupa el 10° puesto en el ranking de crimen organizado, mostrando, además, una tendencia creciente de este problema en nuestro país.
Chile y Bolivia ocupan los puestos 19 y 22, respectivamente, siendo Bolivia el país que muestra un crecimiento mucho más acelerado. Es por ello que la CNI de Bolivia señaló que en el país altiplánico la legitimidad social del contrabando es tan alta que “el 48% de los encuestados consideran que el contrabando, una actividad ilícita, es importante para su economía nacional”.
El estudio resalta también que el fenómeno del crimen organizado está creciendo en 22 de los 35 países de América Latina y el Caribe.
La SNI destacó la importancia de este hallazgo y anunció que está realizando un estudio similar que será publicado próximamente. Esta investigación ofrecerá más detalles sobre el crimen organizado en Perú y ayudará a entender mejor la gravedad de la situación.
La posición de los gremios privados
El presidente de la CNI, Pablo Camacho, señaló que han estado advirtiendo sobre el incremento progresivo del contrabando y su acción cada vez más violenta en la región durante el último año. Aseguró que ya es el turno del sector público para tomar medidas coordinadas contra este flagelo.
Por su parte, Luis Mur, representante de la Presidencia de la CLCI de la SNI, expresó que el comercio ilícito comparte territorios, logística y rutas con el tráfico de otros bienes, incluyendo drogas, oro ilegal y armas.
Según explicó el peruano, el contrabando forma parte de un sistema complejo de mercados y economías ilegales que se apoyan en las mismas redes de actores criminales y utilizan la violencia de manera similar. Agregó que esta situación ha llevado a un cambio en la dinámica del contrabando en Bolivia, pasando de ser una actividad comercial informal a formar parte de organizaciones delictivas cada vez más violentas.
En otro momento, Camacho señaló que el contrabando sido «naturalizada» por los ciudadanos, y que ahora la lucha es para evitar que el crimen organizado también se naturalice. Según él, la convivencia ancestral con la práctica del contrabando y la convicción de que es una fuente de ingresos fundamental en el ámbito de la informalidad, hace que la gente perciba al contrabando como una actividad legítima, socialmente permitida y masiva.
La colaboración entre los sectores público y privado de Perú, Bolivia y Chile será crucial para abordar este problema y proteger la seguridad y la economía de la región. La SNI está trabajando activamente para enfrentar estos desafíos y contribuir a la seguridad y la economía de la región.