Durante esta fiesta religiosa, la gastronomía peruana se convierte en un elemento que une a las familias para celebrar la diversidad culinaria del país.
La Semana Santa en Perú se caracteriza por ser un momento donde la gastronomía desempeña un papel fundamental para celebrar y conmemorar el tiempo de reflexión religiosa. Como ya se sabe, el Perú es gastronómicamente líder y en diferentes regiones se representa la diversidad cultural del país.
Por ello, Mónica Zegarra, coordinadora de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte (UPN) y especialista en Administración y Servicios Turísticos, nos brinda algunos ejemplos de platos tradicionales que se preparan en las diferentes regiones del país, y se pueden tener como opción en esta Semana Santa.
En la costa (Lima, Ica o Trujillo, etc):
Los platos tradicionales incluyen:
- El chupe de camarones.
- La sopa teóloga.
- El sudado.
- El pescado frito.
- La parihuela.
- El picante de mariscos.
Estas preparaciones resaltan la influencia marina en la gastronomía local y son apreciadas por su sabor único y su capacidad para reunir a la familia en torno a la mesa.
En la sierra peruana (Cusco, Huancayo, Ayacucho, etc):
Los platos tradicionales incluyen:
- El puchero.
- El chorizo.
- El cuy.
Son platos emblemáticos de la Semana Santa. Mientras que,
En la selva peruana:
- El juane de yuca relleno con paiche.
- La patarashka.
Por otro lado, una tradición arraigada entre los creyentes durante el Viernes Santo es evitar consumir carne como parte del fervor al guardar ayuno y abstinencia como un acto de penitencia para honrar la muerte de Jesús. Por esta razón, la preferencia recae en los platos a base de recursos marinos, destacando el pescado como el ingrediente por excelencia.
La variedad de especies marinas disponibles permite que las familias peruanas se abastezcan y preparen platos de acuerdo con su disponibilidad económica y geográfica.
Por ejemplo, en el caso de los cusqueños, en conmemoración de la última cena, las personas permanecen en ayunas hasta el mediodía para luego degustar seis platos salados y seis dulces. Entre las preparaciones saladas destacan la sopa de choclo, la sopa de olluco, la sopa de machas y camarones, el arroz con mariscos y la trucha frita. En el caso de los dulces, es común encontrar empanadas cusqueñas, suspiros y mazamorra.
“Aquellos que viven cerca del mar tienen la ventaja de acceder a una mayor diversidad de insumos, lo que les permite disfrutar de una amplia variedad de potajes marinos, caracterizados por sus sabores únicos y su riqueza culinaria”, finalizó Zegarra.