Muchos adolescentes no suelen tener acceso a información sobre ahorro, crédito e inversión.
Entre el 2015 y 2022, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA, el porcentaje de estudiantes que superó el nivel mínimo en la competencia financiera pasó de 51.8% a 58.1%. Este avance es fruto del esfuerzo conjunto de actores clave del Estado, particularmente de las escuelas y docentes, entidades financieras y organizaciones sociales. Sin embargo, aún queda una brecha por cerrar. En el marco de la Semana Mundial del Ahorro, Scotiabank, en alianza con Care Perú, destacan la relevancia de la educación financiera como un motor esencial para el desarrollo personal. Gracias al proyecto “Administrando su Futuro”, comparten cinco consejos clave para fortalecer estas competencias en adolescentes.
Hoy, muchos adolescentes no suelen tener acceso a información sobre ahorro, crédito e inversión. Según un estudio de IPSOS Apoyo indica que el 60% de los jóvenes consulta a sus padres sobre el manejo de dinero, mientras que el 40% considera que instituciones educativas y gubernamentales deberían liderar la educación financiera. Con esto en mente, Scotiabank y Care Perú recomiendan:
1. Integrar el lenguaje financiero en las aulas como lección básica. Enseñar principios como el ahorro en los planes de estudio promueve hábitos financieros saludables y conciencia del consumo responsable. Las escuelas pueden reforzar estas lecciones integrándolas en materias como matemáticas.
2. Promover el buen uso de herramientas digitales. Herramientas digitales como aplicaciones interactivas y recursos educativos en línea son ideales para fomentar el aprendizaje financiero. En la actualidad, hay diversas plataformas con contenido gratuito que pueden ser de mucha ayuda. Escenarios prácticos y casos reales ayudan a cimentar el conocimiento, siempre con un enfoque responsable.
3. Fomentar el diálogo sobre finanzas en el hogar. Las familias juegan un rol crucial en la educación financiera. Crear espacios como Escuelas para Padres puede enriquecer el diálogo, ofreciendo sesiones sobre planificación financiera.
4. Promover el emprendimiento juvenil. Las habilidades de emprendimiento contribuyen al liderazgo y autonomía en los adolescentes. Espacios para desarrollar proyectos y competencias prácticas les permiten ganar experiencia y comprensión del manejo de recursos.
5. Integrar la Alfabetización digital. En una era donde el comercio electrónico solo crece, es vital equipar a los adolescentes con herramientas para tomar decisiones informadas y responsables en entornos digitales.
Asegurar que las nuevas generaciones enfrenten los desafíos económicos del futuro requiere un esfuerzo conjunto. En ese sentido, Scotiabank, reitera su compromiso con la educación financiera en nuestro país.