La edad que para muchos es “el retiro”, es un momento único para aprovechar todo lo aprendido en la conquista de nuevos horizontes, capitalizar lo vivido y transformar la experiencia en éxito. La palabra mágica es animarse.
¿Qué tienen en común McDonald’s, KFC y Coca-Cola? Sus fundadores tenían más de 50 años al momento de crearlas. Esto muestra de que no existe edad para el éxito, porque emprender es una actitud del espíritu, no un número de DNI. La clave es intentarlo sin miedo y, sobre todo, tener la voluntad para insistir hasta lograrlo. Steve Jobs decía que la diferencia entre éxito y fracaso se llama perseverancia.
La “tercera edad” ya no es más la antesala de la muerte, sino el período donde transcurre la mitad de la vida. La ONU estima que cada vez más personas llegarán a los 100 años, con buenas condiciones de salud. También existen ejemplos destacados en ámbitos diversos como el deporte o el arte; Grandma -Anna Robertson- una de las pintoras estadounidenses más populares del XX comenzó a pintar a los 76 años, o Fauja Singh, el primer hombre en terminar un maratón a los 100 años, comenzó a correr a los 89 años.
La emigración tampoco es un impedimento para lograr el éxito, basta con mencionar a Elon Musk (Sudáfrica) o Henry Kissinguer (Alemania). Un ejemplo cercano es el caso del economista y emprendedor argentino, Marcos Victorica, que a los 64 años se animó a probar “otra cosa”, en un nuevo destino. “En ese momento yo tenía una consultora exitosa, pero sentía que me faltaba algo que no iba a encontrar quedándome quieto. La curiosidad venció a la comodidad, la intuición le ganó la batalla a la razón. A la edad en que muchos piensan en retirarse solo solté amarras”, cuenta Marcos Victorica, CEO de BAS Storage.
“Cuando tenés 20 o 30 años, llegás sin nada y te hacés desde cero, te integrás como uno más, pero a mi edad, llegar y hacerme lugar era un desafío para aventureros. Es importante tener fortaleza y seguir intentando, aunque todo parezca ir en contra. Yo abrí mi mente hasta el infinito para poder mirar la realidad desde un ángulo diferente; ahí es donde se descubren las oportunidades. La clave es entender que nunca todo está inventado, solo hay que mirar la realidad con una mirada distinta y todo está por inventarse. Aplicando esa magia encontré la oportunidad para crear algo nuevo, en un lugar donde muchos pensarían que ya está todo inventado”, expresa Marcos Victorica, creador de un modelo de negocio que permite a los latinos invertir en Estados Unidos “sin hacer nada”.
Puso el ojo en la industria del Self-Storage, gestionada casi en su totalidad por pequeñas empresas familiares, y que mueve más de 34.000 millones de dólares por año en el país, con un 92% de ocupación. Con ingenio argentino, tuvo la visión de comercializar los edificios por unidades, exportando la idea argentina de la subdivisión de cocheras, así nació el concepto de “Condo Storage”, que abre la posibilidad a los latinoamericanos de invertir en propiedades en U.S.A., obtener una renta en dólares de entre un 6 y un 8% anuales, con un revalúo del 4% anual proyectado, sin ocuparse de nada. Cada tres meses se cobra un alquiler asegurado.
Se trata de aprovechar los años invertidos en su país y trasladar el conocimiento y la experiencia al nuevo destino. “En ningún lugar está todo inventado”, dice Marcos, que considera que la creatividad y la intuición son pilares fundamentales para migrar e insertarse, a pesar de la edad, porque la actitud, la fortaleza mental y el éxito no tienen edad.
La “tercera edad” puede ser la mejor oportunidad para alcanzar metas que quedaron en el camino, o para proponerse objetivos que nunca antes habían estado en el radar. La clave es encontrar la fortaleza para superar miedo al fracaso e intentar las veces que sean necesarias, hasta alcanzar el éxito, que siempre está, si se lo sabe buscar.