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Reciclaje: un compromiso vital de empresas y ciudadanos

En un mundo donde la preocupación por el medio ambiente es cada vez más evidente, el reciclaje se ha convertido en una de las formas más efectivas para contribuir a la preservación del planeta.

En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, el reciclaje se convirtió en una práctica fundamental para muchas compañías globales: Unilever se ha comprometido a hacer que todos sus envases de plástico sean totalmente reutilizables, reciclables o compostables para 2025, y está trabajando en la reducción del uso de plásticos vírgenes en sus productos. IKEA, la famosa cadena de muebles y artículos para el hogar utiliza materiales reciclados en una amplia gama de productos y ha establecido objetivos ambiciosos para reducir su huella ambiental, incluyendo el uso de energía renovable y la minimización de residuos. “El desarrollo sustentable es uno de los valores que guían nuestro trabajo a diario. Para asegurar el cuidado del medio ambiente y sus recursos naturales, desarrollamos nuestros procesos con las últimas tecnologías y bajo los más estrictos controles ambientales”, cuenta Helga Yasci, Directora y tercera generación de la familia fundadora de Essen, empresa argentina líder en diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de productos de alta calidad para la cocina.

Desde su fundación en 1980, Essen ha acompañado a quienes cocinan en el hogar e impulsa la cultura de la cocina casera, saludable y sustentable. Para lograr este objetivo, el reciclaje es una herramienta vital en el proceso de fabricación de sus cacerolas más emblemáticas ya que están elaboradas con un 60% de material reciclado, y al final de su vida útil, pueden ser reincorporadas nuevamente al proceso mediante el Plan Canje Essen. “Este plan permite recuperar miles de cacerolas que vuelven a fundirse para convertirse en materia prima de calidad y producir nuevas piezas. Al entregar una cacerola Essen vieja, se recibe un descuento para la compra de una nueva. Gracias al Plan Canje Essen, se reciclan miles de cacerolas al año, lo que equivale a una gran cantidad de aluminio reciclado. Además de ahorrar el  95% de la energía que se necesitaría para obtenerlo de la tierra”, cuenta Helga Yasci.

En comparación con la producción de aluminio primario, en el proceso de reciclaje se consume el 5% de la energía necesaria y se genera mucho menos residuos. Además, permite una utilización infinita, ya que el mismo aluminio puede ser refundido repetidas veces sin perder sus propiedades. En términos ambientales, el reciclaje de aluminio colabora en evitar la saturación de vertederos y minimiza la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera.

En la fábrica de Essen, además se separan residuos para su posterior reciclado; entre ellos cartones, papeles, plásticos (botellas y envases de antiadherentes, tapitas plásticas) y chatarra ferrosa. La empresa trabaja diariamente para que el packaging de sus productos sea cada vez más amigable con el medio ambiente, eliminando el termocontraíble, reduciendo las tintas y colores de sus cajas, digitalizando sus manuales de uso  y desde hace unos años, el cartón que envuelve las cacerolas es reciclable con sello y trazabilidad de reciclado. 

Pero no solo las grandes empresas pueden contribuir al cuidado del medio ambiente, cada pequeña acción que tomamos en favor del reciclaje contribuye a generar un gran impacto positivo para las generaciones futuras. Podemos comenzar hoy mismo con 3 acciones:

• Separación de Residuos. Uno de los primeros pasos hacia un hábito de reciclaje efectivo es la separación adecuada de residuos. Destina contenedores específicos para materiales reciclables como papel, cartón, plástico, vidrio y metal. Asegúrate de lavar y secar los envases antes de desecharlos para evitar la contaminación de otros materiales.

• Compra Responsable. Al realizar compras, opta por productos fabricados con materiales reciclados y empaques sostenibles. Apoya a empresas y marcas comprometidas con prácticas ambientalmente responsables y promueve una economía circular mediante la compra de productos reciclados y reciclables.

• Reutilización y Reparación. Antes de desechar un objeto, considerá si puede ser reutilizado o reparado. Muchos artículos pueden tener una segunda vida con un poco de creatividad y cuidado. Doná o intercambiá objetos que ya no necesitás en lugar de desecharlos.

Cada uno de nosotros tiene el poder de hacer una diferencia mediante simples acciones cotidianas. Recordemos que cada pequeño gesto cuenta y que juntos podemos marcar la diferencia en la construcción de un futuro más próspero para todos.

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