Fiscalía pide 35 años de prisión por asesinato de cuatro líderes indígenas y esperan que fallo marque un precedente en la protección de los defensores ambientales*
Casi una década después del asesinato de cuatro líderes indígenas ashéninkas, que lucharon contra la tala ilegal en su comunidad Alto Tamaya Saweto, en la región Ucayali, el juicio oral del emblemático caso Saweto llegó a su etapa final.
El próximo 11 de abril a las 5:30 p.m., el Juzgado Penal Colegiado Conformado emitirá el fallo en primera instancia, anunció la jueza Ana Bedoya Maque.
Esta decisión judicial se basará en los alegatos finales que, en la noche del último viernes 15 de marzo, la fiscal Vannie Robles Sajami fundamentó ante la Corte Superior de Justicia de Ucayali, donde reafirmó su pedido de una pena máxima de 35 años de prisión por los asesinatos de Edwin Chota Valera, Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quintisima Meléndez y Francisco Pinedo Ramírez, ocurridos el 1° de setiembre del 2014.
De modo presencial, la fiscal argumentó que su solicitud de la pena máxima para los empresarios madereros José Carlos Estrada Huayta y Hugo Soria Flores como autores mediatos, así como para Eurico Mapes Gómez, y los hermanos Josimar y Segundo Atachi Félix como coautores, por presunto homicidio calificado, se debe a que los crímenes contra los defensores ambientales se hicieron con “mucha crueldad y alevosía”.
“Hay más factores agravantes que atenuantes en el delito cometido contra los cuatro líderes indígenas. Según las pruebas presentadas y los informes de los peritos forenses sobre las lesiones traumáticas que ocurrieron en el momento de sus muertes, así como las fracturas en la zona facial y en sus cráneos, se demostró que los delitos se cometieron con gran crueldad. Esta solicitud se realiza en virtud del inciso 3 del artículo 108 del Código Penal”, explicó a la sala penal presidida por la jueza Ana Karina Bedoya.
Durante su intervención de más de 2 horas, la fiscal presentó testimonios, actas policiales, fiscales y antecedentes de los imputados; y remarcó la importancia del testimonio del testigo protegido, el cual es una pieza clave, que demuestra la culpabilidad de los acusados. Planteó que en varias ocasiones los agraviados denunciaron a los implicados porque estos traficaban con la madera de sus territorios ancestrales.
Juntos por Saweto
La audiencia concitó la atención de varias comunidades nativas. Desde muy temprano fue una larga jornada de lucha contra la impunidad. Lina Ruiz, hija de Francisco Pinedo, Ergilia Rengifo, Lita Rojas y Julia Pérez, viudas de los dirigentes ashéninkas asesinados, se reencontraron y juntas encabezaron una gran movilización indígena por las principales calles de Pucallpa hasta la sede del Poder Judicial.
“Mi esposo (Edwin Chota) me decía: ‘el día en que me muero, no des un pie atrás, tienes que seguir adelante. No hagas reír al criminal. Así que voy a seguir luchando hasta encontrar justicia”, expresó Julia Pérez.