Los estudiantes trabajan con tecnología utilizada por estudios de cine y videojuegos de primer nivel.
Un moderno laboratorio equipado con el sistema de motion capture VICON ya está en funcionamiento y marca un hito en la formación profesional de jóvenes interesados en animación digital, simulación y desarrollo de videojuegos. Este espacio permite capturar con precisión el movimiento humano y transferirlo a personajes digitales en 3D, elevando la calidad y realismo de las animaciones generadas.
Este avance ha sido posible gracias a la apuesta de Tecsup, que integró este laboratorio dentro de la carrera de Modelado y Animación Digital, en colaboración con HCG Technologies, representante oficial de la marca VICON en el país. La implementación incluyó la instalación del sistema, capacitación docente y la adaptación del plan de estudios para asegurar una experiencia educativa alineada a la industria.
“No se trata solo de tener una herramienta avanzada, sino de usarla como parte de un entorno formativo que simule las condiciones reales de un estudio profesional”, explicó Carlos Contreras, coordinador de la carrera de Modelado y Animación Digital en Tecsup. “El sistema VICON nos permite acortar la distancia entre el aula y el mercado laboral”.
En este entorno, los estudiantes trabajan con tecnología utilizada por estudios de cine y videojuegos de primer nivel. Aprenden a configurar y calibrar el sistema, planificar sesiones de captura, procesar y limpiar datos de movimiento, y transferir animaciones a motores gráficos como Unity y Unreal Engine. También asumen distintos roles (actor de captura, técnico y animador), fomentando la colaboración multidisciplinaria.
“El objetivo es que puedan enfrentarse a proyectos reales desde el primer ciclo”, señala Contreras. “Esta experiencia práctica les da herramientas técnicas y también habilidades blandas muy valoradas en la industria, como la dirección de equipos, la comunicación visual y la gestión de procesos creativos”.
A diferencia de los laboratorios tradicionales centrados en la animación manual, este nuevo espacio permite una experiencia inmersiva donde los estudiantes no solo aprenden conceptos, sino que los aplican, experimentan y perfeccionan en escenarios muy similares a los del mundo laboral.
“Cuando un estudiante ve su propia actuación convertida en un personaje animado en cuestión de minutos, entiende realmente cómo funciona la industria”, afirma Contreras. “Esa conexión entre teoría y práctica transforma completamente la manera en que aprenden”.
Además, el laboratorio está abierto también a estudiantes de la carrera de Desarrollo de Simuladores y Videojuegos, impulsando proyectos integrados entre disciplinas y potenciando el trabajo colaborativo con visión de producto.
