- El presidente de la Comisión de Asuntos Marítimos, Portuarios y Aduaneros de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Alberto Ego-Aguirre, advirtió que los diferentes niveles de Gobierno no han tomado en serio el tema de la prevención.
- El gremio empresarial informó que se viene discutiendo en el Congreso de la República un proyecto de ley del cabotaje, figura que permitiría ante un fenómeno de El Niño, movilizar personas, alimentos y medicinas entre los puertos peruanos.
Ante la presencia de ‘El Niño Costero’ y el ‘Niño Global’ que ponen en riesgo a la población y la actividad económica del país, empresarios, autoridades y expertos analizaron los últimos detalles sobre la evolución de este fenómeno climatológico, así como los potenciales impactos que podría tener sobre la logística, la producción agraria y la pesca en las zonas en que se prevé sufran las mayores consecuencias.
En el marco del foro ‘Fenómeno de El Niño: Situación e impactos a futuro – ¿Qué hacer?’, evento que organizó la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Alberto Ego-Aguirre, presidente de la Comisión de Asuntos Marítimos, Portuarios y Aduaneros del gremio empresarial, advirtió que, ante este fenómeno climático, aún no se percibe una preocupación real de los diferentes niveles de Gobierno, ya que no demuestran haber tomado en serio el tema de la prevención, en su total dimensión.
«La prevención es una de las cosas más importantes que se necesita ante la llegada de estos eventos climatológicos. Al no haber prevención ocurren los desastres. Estamos en octubre y la maquinaría para la descolmatación de los cauces de los ríos aún no ha llegado, pero debió estar aquí muchos meses atrás», resaltó el representante de la CCL.
Asimismo, Ego-Aguirre recordó que el fenómeno de El Niño Costero de 2017 fue uno de los más fuertes ocurridos en el país, dejando daños por US$ 20 000 millones. «Es imposible detener los efectos de El Niño, pero sí es posible estar preparados para aminorar sus impactos», añadió.
Igualmente, el presidente de la Comisión de Asuntos Marítimos, Portuarios y Aduaneros de la CCL informó que viene apoyando el proyecto de ley del cabotaje presentado por el Poder Ejecutivo, figura que permitiría movilizar personas, alimentos y medicinas entre los puertos peruanos, en naves sin distinción de bandera, ante un desastre natural como el fenómeno de El Niño.
«La Marina de Guerra del Perú contribuye con lo que puede, pero cuando se destruyen las carreteras en distintas partes del norte o sur del país, dependiendo de cuán fuerte sea un Niño Costero, la única forma de atender a los afectados es por el mar, ya que el Estado no tiene los suficientes aviones o helicópteros para movilizar la ayuda», comentó.
IMPACTOS
Por su parte, Héctor Soldi, exviceministro de Pesquería y Acuicultura, señaló que se pronostica que el evento climático de El Niño previsto para el 2023-2024 será muy similar al que se presentó en el periodo de 1925-1926, el cual fue uno de los más intensos en nuestro país y provocó impactos negativos en la infraestructura y la actividad económica.
“La pesca es el sector económico que más ha sufrido este año por el fenómeno de El Niño, precisamente porque las aguas marinas han mantenido temperaturas muy altas afectando la producción de anchoveta. En tanto, en la actividad agrícola y la exportación de productos como arándanos, palta y mango, han tenido un crecimiento relevante en los últimos 10 años; sin embargo, esta bonanza agrícola sería muy vulnerable ante este evento climático”, remarcó el especialista.
Además, Soldi indicó que la infraestructura de nuestro país, como carreteras, puentes y canales de agua, podría verse afectada ante el desarrollo del fenómeno de El Niño. En relación con el sector salud, debido a las intensas lluvias también podrían incrementarse los casos de dengue, colapsando hospitales y postas médicas.
PRONÓSTICOS
En tanto, Gino Passalacqua, oceanógrafo experto en ciencia del clima y meteorología, sostuvo que el pronóstico de un Niño Costero es de moderado a fuerte, según el Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), lo cual provocaría precipitaciones en la sierra norte del país de diciembre a febrero y sequías en el sur del país que podrían empezar en enero.
Ante estos efectos, el experto indicó que el Estado debe tener políticas públicas permanentes para reducir los riesgos e impactos económicos de estos fenómenos recurrentes y desarrollar capacidades de gestión a nivel nacional, regional y local para la adaptación y rápida remediación de los impactos de estos eventos extremos.
Ante los potenciales escenarios asociados a El Niño durante el periodo noviembre 2023-marzo de 2024, José Manuel Gálvez, meteorólogo investigador e Instructor en la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), sostuvo que este fenómeno actualmente ha tenido una presencia temprana con lluvias en marzo, habiendo tenido un plazo de un año para prepararnos. “Tenemos dos meses para apuntalar la prevención en regiones que van a tener mayor impacto por las lluvias”, advirtió.
“El Niño tiende a favorecer lluvias torrenciales, inundaciones y epidemias en la costa norte, pero también sequías extremas en la sierra y la selva, con impactos severos a la agricultura, reservas de agua, entre otros. Este verano será lluvioso en el norte, sin embargo, no debemos olvidar que podría producirse una sequía en el resto del país”, concluyó.