Entre estudios y viajes, la conductora de Maxim, viajes & envíos, Gytzel Reyes desafía los estereotipos y encuentra en la movilidad una oportunidad para crecer.
El Día de la Mujer es una fecha para reconocer el esfuerzo de aquellas que abren camino en distintos ámbitos, incluso en sectores donde aún persisten estereotipos. En la movilidad, cada vez más mujeres están tomando el control, y Gytzel Reyes es una de ellas. A sus 22 años, decidió convertirse en conductora de la aplicación de movilidad Maxim, mientras culmina su carrera en Comercio Exterior. “Me pareció una opción ideal porque me permite estudiar y generar mis propios ingresos sin depender de horarios fijos”, comenta.
Antes de asumir este reto, trabajaba en un negocio familiar. Sin embargo, la posibilidad de manejar su tiempo y aprovechar su vehículo propio la llevó a probar la conducción como alternativa laboral. La experiencia ha sido variada: “Mis pasajeras suelen sorprenderse al verme al volante, pero la mayoría se alegra. En cambio, en la calle algunos conductores reaccionan mal solo porque manejo con precaución”, señala.
Más allá de los momentos incómodos, destaca las interacciones positivas con los pasajeros. Recuerda con especial cariño la conversación con un usuario que, al enterarse de que estudiaba y trabajaba al mismo tiempo, la felicitó y le transmitió palabras de aliento. “Me gustó mucho que reconociera el esfuerzo que hago por salir adelante. Fue un impulso para seguir”, menciona.
Para Gytzel, conducir no es solo un medio para obtener ingresos, sino una herramienta que le permite planear su futuro con autonomía. Aunque reconoce que aún hay retos por superar, confía en que la percepción sobre las mujeres conductoras seguirá cambiando. “Algunos todavía dudan cuando ven a una mujer manejando, pero cada vez somos más y estamos demostrando que lo hacemos bien”, afirma.
Su historia es un reflejo de cómo la movilidad se está transformando, con más mujeres que eligen este camino para alcanzar sus metas. Aunque persisten retos, cada trayecto que recorren contribuye a derribar estereotipos y a abrir más espacios para la equidad en las calles.