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Mujeres emprendedoras exitosas: 5 historias de empoderamiento en comunidades del norte de Lima

Emprendedoras de Ventanilla, Santa Rosa y Chancay han logrado transformar sus comunidades mediante negocios sostenibles que generan empleo y desarrollo local.

Las mujeres emprendedoras peruanas están transformando la economía y dejando huella en la sociedad. En el Perú, su impacto es innegable: más del 50% de las MYPES son lideradas por ellas, según el INEI. “Este dato refleja cómo el liderazgo femenino está marcando un antes y un después en la economía nacional”, destacó Luis Vásquez, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Repsol, durante las celebraciones dedicadas a reconocer su esfuerzo y éxito.

Con una inversión de 15 millones de soles, el programa Impulsared, que nace de la mano de Repsol, tiene como objetivo la creación y formalización de nuevos negocios en los distritos de Ventanilla, Santa Rosa, Aucallama, Ancón y Chancay. A través de capacitación técnica, formación empresarial, asistencia para la formalización, fondos no retornables para el inicio de operaciones y acompañamiento continuo durante los primeros doce meses, este programa abrió nuevas puertas a oportunidades para los vecinos del norte de Lima. Con un impacto proyectado de 9,500 personas beneficiadas, Impulsared pone un énfasis particular en el fortalecimiento del liderazgo femenino, con la firme meta de que el 70% de los beneficiarios sean mujeres.

A continuación, cinco testimonios de mujeres emprendedoras que han transformado sus vidas y comunidades:

  • Confección artesanal de Ventanilla para el mundo:

Liderada por Adelina Sánchez, Artur Pacha es un emprendimiento de 10 mujeres dedicadas a la confección artesanal en macramé, alpaca bebé y algodón. Surgió como un esfuerzo vecinal para generar ingresos adicionales. Gracias a Impulsared, formalizaron su negocio y obtuvieron capital semilla. Ahora producen artículos únicos, como bolsos, bikinis, blusas y amigurumis, con la visión de exportar.

«Antes vendíamos nuestros productos sin valorar el esfuerzo que implicaba. Ahora sabemos que todo, desde el tiempo hasta el acabado, tiene un valor. Esto nos ha ayudado a crecer como emprendedoras y a soñar con cruzar fronteras», expresó Adelina, destacando cómo el programa ha sido clave en su evolución.

  • Suyay: por una nutrición con conciencia

Fátima Ramírez es una lideresa en Suyay, empresa dedicada a la transformación de derivados lácteos como yogur, manjar y queso en Huaral, entre Aucallama y Chancay. Surgió como respuesta a la crisis en el sector ganadero, y su nombre, que significa «esperanza» en quechua, refleja el espíritu de resiliencia y unidad que permitió a los socios superar sus dificultades. Con planes de expansión, Suyay también contribuye con la comunidad, organizando eventos y chocolatadas para las zonas vulnerables durante la campaña navideña.

«Le diría a las mujeres que no desistan de sus sueños, que no tengan temor al rechazo. En cada circunstancia difícil se encuentra una gran oportunidad y lección», expresó Fátima, enviando un mensaje de fortaleza a todas las mujeres emprendedoras.

  • El Sabrozón Norteño de Ventanilla:

Liderado por Mariluz Coca, es un restaurante y pollería que inició operaciones con el apoyo de Impulsared. La empresa está compuesta por 11 personas, incluyendo 7 adultos mayores y 4 jóvenes, quienes combinan experiencia y energía. Tras varios ensayos para perfeccionar su receta, lograron conquistar al público.

«Si hay mujeres que están dispuestas a emprender, que no se desanimen. Van a presentar obstáculos, pero con los errores van a aprender, y siempre hay que levantarse y seguir adelante», enfatizó Mariluz.

  • Churanakura Warmy, emprendimiento textil sostenible

Juliana Estrada es la gerente de la empresa que nació en Ventanilla y está dedicada a la confección textil, especializada en pijamas de polar y algodón, además de promover la economía circular reutilizando residuos para fabricar guaipes y plumeros. La empresa, conformada por 10 personas, surgió tras ganar un concurso de comedores, lo que las inspiró a formalizar su negocio.

«Lo importante es que las mujeres no nos detengamos; todo se logra con esfuerzo y organización, y debemos saber balancear nuestro tiempo entre la familia y el emprendimiento», destacó Juliana, alentando a más mujeres a seguir sus sueños.

  • Sumac Maki se prepara para la campaña navideña

Dirigido por Liceth Príncipe, de Santa Rosa, el negocio se especializa en la confección de prendas de alpaca y algodón. Uno de sus principales desafíos fue presentar un producto que combina la moda actual con diseños tradicionales, pero la respuesta ha sido positiva. Para la campaña navideña, planean ofrecer productos personalizados, como caminos de mesa con motivos navideños.

«Les diría a las mujeres peruanas que no se rindan, que exploten su talento, porque una mujer peruana puede lograr lo que se propone, con sus valores y capacidades», indicó Liceth, un ejemplo de cómo las mujeres pueden generar un cambio positivo en sus comunidades.

“Estas historias de éxito son una muestra del poder transformador de las mujeres emprendedoras peruanas. Con esfuerzo, resiliencia y asistencia, tienen el poder de transformar vida y abrir caminos, inspirando a sus comunidades y construyendo un futuro más fuerte para todos”, resaltó el directivo de Repsol.

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