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Midis: más de 2500 maestros Yachachiq capacitan en cultivos a familias del proyecto Haku Wiñay de Foncodes a nivel nacional

Los llamados “maestros y maestras del campo” brindan asistencia técnica en el cultivo de hortalizas (en fitotoldo y a campo abierto), cultivo de tubérculos y cereales.

Yachachiq es un vocablo quechua que hace referencia al “sabio” o “maestro campesino”, cuya importancia trasciende, al ser un personaje clave en el éxito del proyecto productivo Haku Wiñay/Noa Jayatai, que desarrolla el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), a través del programa Foncodes. En la actualidad, 2522 yachachiq, hombres y mujeres, se encargan de brindar capacitación y asistencia técnica de manera permanente a las familias usuarias a nivel nacional.

Utilizando la metodología de trabajo “de maestro a maestro” y durante un periodo de tres años (tiempo que dura la intervención del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai), los yachachiq asisten a las familias del campo, brindándoles capacitación y asistencia técnica en el cultivo de hortalizas (en fitotoldo y a campo abierto), cultivo de tubérculos y cereales.

Del mismo modo, en la crianza de animales menores (cuyes, gallinas, cerdos), riego tecnificado (por aspersión), producción de abonos orgánicos (compost, biol y bocashi) y la mejora de la vivienda saludable (uso de cocinas mejoradas, consumo de agua segura, reciclaje de residuos sólidos), fortaleciendo y ampliando las capacidades productivas de las familias usuaruas del proyecto.

Con formación técnica en agropecuaria, el yachachiq tiene como tarea principal transmitir conocimientos y saberes sobre el uso de tecnologías productivas básicas.

Conocidos también como talentos rurales, líderes tecnológicos y sociales, son conocedores de la realidad cultural y el idioma de los pobladores; asisten a los hogares en el proceso de fortalecimiento de los sistemas de producción familiar, mejora de la vivienda saludable, promoción de negocios rurales inclusivos y fomento de  las capacidades financieras.

Transmiten conocimientos y habilidades en lenguas originarias

Los llamados “maestros del campo” tienen como tarea principal, enseñar o transmitir conocimientos y saberes en español, quechua, aimara, awajún, candoshi, asháninka, kukama-kukamiria, shipibo-konibo y otras lenguas nativas, sobre el uso de tecnologías productivas. Esto para que las personas que habitan en las comunidades rurales de la sierra y la selva aprendan de manera práctica y sencilla, a mejorar su seguridad alimentaria, su economía y su nivel de vida.

La asistencia técnica brindada por los yachachiq se adapta a las características productivas, técnicas, culturales y ambientales de las familias, introduciendo cambios positivos que buscan mejorar la productividad y el volumen de producción.

También trabajan junto a los hogares identificando oportunidades de emprendimientos asociativos. Los yachachiq incentivan la formación de grupos de interés y, junto a los facilitadores financieros ayudan a la elaboración de perfiles de negocios.

De esta manera, las familias organizadas y grupos de interés participan en los concursos de emprendimientos del programa Haku Wiñay y los ganadores obtienen activos productivos y financiamiento para la contratación de asistencia técnica especializada, según el rubro de negocio (productiva, asistencia técnica económica comercial y asistencia técnica de reforzamiento de capacidades).

Desde el 2023 a la fecha, Foncodes, con el proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai atiende a 73 243 hogares usuarios en 269 centros poblados intervenidos en 23 departamentos del país, con una inversión de S/448 925 996; de los cuales, en el 2025, son 36 512 hogares intervenidos en 91 centros poblados, con un presupuesto de S/224.2 millones.

Rutina de los yachachiq

La rutina de los “maestros del campo” empieza muy temprano, porque se desplazan a dintintas comunidades de su ámbito de acción, caminando, a caballo o en moto. La población lo identifica porque viste chaleco y gorro con los colores distintivos de Foncodes.

Cada yachachiq (hombre o mujer),  trabaja con 40 familias, en promedio, de una comunidad. Actualmente se encuentran distribuidos de la siguiente manera: Apurímac (120), en Arequipa (51), Ayacucho (163), Cajamarca (210), Pasco (99), Amazonas (163), Lambayeque (53), Áncash (132), Cusco (202), Huancavelica (204), Junín (165), Huánuco (104), Loreto (106), Lima Provincias (108), Moquegua (24), Piura (132), Ucayali (37), Puno (200), Tacna (13), San Martín (122), y La Libertad (114).

Requisitos para ser yachachiq

El yachachiq (hombre o mujer) debe tener, de preferencia, estudios técnicos o superiores en agropecuaria. Tener experiencias en el manejo de las tecnologías productivas y saber asistir a las familias usuarias en sus aprendizajes del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai.

Los yachachiq deben, de ser posible, ser de la zona de intervención. También deben dominar el idioma nativo predominante de la zona como el quechua, aimara en la sierra, o las lenguas originarias de la selva.  Ellos reciben una remuneración por parte del Estado, por su labor realizada de transmisión de conocimientos.

Datos:

  • Desde 2023, el Midis ha asistido técnicamente a 72 843 familias usuarias de Haku Wiñay/Noa Jayatai en la sierra y selva peruana, gracias al trabajo de un total de 2522 yachachiq.
  • También se han creado e implementado 4866 emprendimientos rurales inclusivos agropecuarios, agroindustriales, artesanías y servicios, que contribuye al incremento y diversificación de los ingresos monetarios familiares.
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