Estas historias reflejan, que cuando se invierte en las mujeres, se transforma a la comunidad entera
En el Perú, más de seis millones de mujeres son madres y, además, trabajan o buscan empleo, según información al 2023 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Para muchas de ellas, la maternidad ha sido la fuerza que las empujó a emprender, enfrentar la adversidad y construir un futuro más justo para sus familias.
Danitza Aburto es una de ellas. Nacida y criada en Bujama, al sur de Lima, comenzó a trabajar desde los 12 años para apoyar a su familia. A los 16, migró sola a la capital en busca de mejores oportunidades, pero regresó desilusionada tras ser víctima de una falsa promesa laboral. Lejos de rendirse, trabajó como niñera, cajera y se capacitó en costura para sostener a sus dos hijas. “Mis hijas son mi mayor motivación”, dice. Hoy, con la fuerza que le da el mar, se ha formado como auxiliar de educación inicial y participa activamente en proyectos comunitarios para revalorizar el turismo en su distrito. Su sueño es que Bujama sea reconocida por su historia, su gente y su alma.
A unos kilómetros de allí, otra madre también forja su camino. Gloria Torres, ayacuchana de nacimiento y vecina de Mala desde hace más de 30 años, es la mente detrás de los chifles “Puquchi”, elaborados con plátano local por la Asociación de Ecoproductores de Derivados de Plátano Maleño (Ecodep), integrada por ocho mujeres. El proyecto nació gracias al impulso de Profonanpe y la Compañía Minera Condestable, en su apuesta por negocios sostenibles. Hoy, esta iniciativa ha transformado más de 4000 kilos de plátano en 800 kilos de chifle, llevando sabor y progreso a muchas familias. “Siempre he querido tener algo grande. No importa si hay días difíciles, lo importante es no rendirse”, afirma Gloria con convicción.
Faustina Huamaní también es madre y emprendedora. Llegó desde Apurímac buscando oportunidades. Hoy, lidera la Asociación de Productores de Biofertilizantes de Mala (Probima), conformada por 12 mujeres y hombres que elaboran fertilizantes orgánicos a partir de residuos, ayudando a mejorar cultivos locales, como el plátano. Gracias al empuje de esta asociación, nacieron también “La Brillosita” y “Nutri Yawar”, marcas que apuestan por productos no tóxicos y sostenibles. “Nos decían que era una pérdida de tiempo, pero nuestro trabajo ya da resultados”, dice con orgullo. Su anhelo es que sus productos lleguen a todo el país.
Estas historias reflejan, que cuando se invierte en las mujeres, se transforma a la comunidad entera. En este Día de la Madre, celebramos a las madres peruanas que, como Danitza, Gloria y Faustina, son sinónimo de fortaleza, resiliencia y esperanza. Porque detrás de cada emprendimiento, hay una mujer que no se detiene.