Por: Lissete Mathey, Director Gerente de Siemens Healthineers.
Los debates sobre la brecha de género se han expandido en todos los campos, y la salud no está libre de estas discusiones en las que se prioriza la participación femenina en las distintas especialidades médicas. Estos mismos debates generan más de una reflexión para trabajar medidas que reduzcan las diferencias salariales, tanto en el campo político, económico, médico, científico, académico, entre otros; y así buscar cómo contribuir a que este problema no siga escalando.
Las brechas aún persisten. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) da cuenta de que los cargos directivos y de decisión en las entidades de salud los ocupan solo el 25% del personal femenino, pese a que más del 70% de los alumnos en las carreras vinculadas a la medicina son mujeres.
En este contexto, la Industria Farmacéutica de Investigación (IFI) recomienda que se debe promover el reclutamiento de mujeres para roles de alta especialidad en las diferentes ramas de la salud, pero con condiciones laborales y de remuneraciones equitativas, tanto para hombres como mujeres.
Aunque estos desafíos parecen no tener un fin en el horizonte, sí se puede destacar los avances que se han alcanzado desde el sector privado. Por ejemplo, se ha demostrado que las doctoras, gracias a su perseverancia y compromiso, tienen mejores habilidades de comunicación con pacientes que sus pares hombres , algo muy útil en posiciones de liderazgo para trasmitir y humanizar los procedimientos de diagnóstico y terapias para todas las personas.
Incorporar a las mujeres en cargos de liderazgo no debe ser visto como un deber «por cumplir», sino más bien para ayudar a mejorar la calidad de la atención y el ejercicio profesional en la salud, con una visión distinta a la que podría tener cualquier hombre, quién muy probablemente no se enfrentará a barreras o sesgos que impidan su acceso a puestos directivos con mayor responsabilidad.
En este propósito de impulsar las habilidades, competencias y liderazgo femenino, la tecnología ha abierto más oportunidades laborales y de crecimiento profesional en todo el mundo. En Estados Unidos, una de cada tres mujeres en carreras de ingeniería se integra a empresas de salud, sector con la mayor cantidad de fundadoras de startups vinculadas a la industria médica. El trabajo restante se encuentra en visibilizar estos logros con el objetivo principal de cambiar percepciones y crear un entorno más inclusivo en este campo.
Como actores relevantes del sector salud y del desarrollo de tecnología médica, creemos y promovemos la contribución de las mujeres en esta industria. Con su trabajo, conocimiento, habilidades y compromiso podemos salvaguardar la salud de cada paciente. El interés por el bienestar, la salud y crecimiento de las personas compromete a esta industria a impulsar el potencial de las mujeres, mediante la promoción de estrategias laborales y de desarrollo profesional equitativas, que les ofrezcan más oportunidades de liderar y velar permanentemente por el bienestar de la sociedad.