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Irán: el caso del futbolista Amir Nasr-Azadani

Desde la publicación de la noticia, decenas de jugadores activos y retirados de la liga profesional iraní han pedido a través de las redes sociales que se revoque la pena capital a este jugador que ha sido descrito como un hombre «reservado», según uno de sus excompañeros. Azadani integra la lista de al menos 20 personas –según versiones recogidas por Amnistía Internacional– que estarían a punto de ser ejecutadas, aunque la justicia iraní solo reconoce que ha sentenciado a 11 personas a muerte. Las confesiones forzadas están extensamente documentadas en Irán, decenas de exprisioneros han contado como son obligados a confesar delitos que no cometieron amenazados con decenas de argumentos, incluido la seguridad de su familia. El caso de Amir Nasr-Azadani sería similar a los casos anteriores.

El futbolista es acusado de haber sido uno de los tres responsables de la muerte de un coronel de la policía y dos integrantes de los cuerpos paramilitares el 17 de noviembre en la ciudad de Isfahán, en el centro de Irán. Personas cercanas a Azadani han asegurado que, si bien ha participado en las protestas, aquel día estaba lejos del lugar donde se dio el enfrentamiento con las fuerzas del Estado. Las protestas se habían esparcido a lo largo del país dos meses antes de aquel incidente como respuesta a la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue capturada por la policía de la moral en Teherán el 13 de septiembre. Dos horas después Mahsa o Gina, por su nombre en kurdo, fue llevada a un hospital con muerte cerebral, según aseguró el centro hospitalario en un comunicado en Instagram que momentos más tarde desapareció de la web.

El informe de los forenses ha sido retado por decenas de doctores y la familia, que asegura que la joven fue golpeada durante la detención. Según la organización Iran Human Rights, con sede en Oslo, 458 personas han sido asesinadas hasta el momento. Entre ellos, se encuentran decenas de personas relacionadas con el mundo del deporte, especialmente el fútbol, que han expresado su apoyo a la movilización popular.

Se insta a las organizaciones encargadas de velar los Derecho Humanos a intervenir para salvar la vida del futbolista Amir Nasr-Azadani ya que “La lucha a favor de los derechos humanos no puede ser motivo de ejecución para nadie. El respeto a la vida está por encima de todo”

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