Voluntarios de la empresa Inetum compartieron una tarde de juegos y donaron víveres a las familias que residen en la casa de acogida.
En un contexto donde la solidaridad y la esperanza son más necesarias que nunca, la Casa Ronald McDonald, ubicada en Jesús María, se ha convertido en un refugio esencial para familias que enfrentan la difícil situación de tener un hijo en tratamiento médico lejos de su casa. Este espacio, lleno de calidez y apoyo, se ha convertido en un hogar temporal donde las familias encuentran no solo un lugar para descansar, sino también una comunidad que las acompaña en su difícil camino.
Recientemente, un grupo de voluntarios de Inetum, del programa Voluntary Day, visitó esta casa de acogida para compartir una tarde llena de juegos y momentos de esperanza con los niños y niñas y sus familias. Además, realizaron una significativa donación de víveres, contribuyendo al funcionamiento de este espacio que brinda una red de apoyo fundamental para quienes atraviesan situaciones difíciles.
“Ver la fortaleza de los niños y niñas y la dedicación de sus familias es profundamente inspirador. Esta experiencia nos recuerda la importancia de la solidaridad y cómo pequeñas acciones pueden generar grandes logros, comentó Fiorella Escalante, CEO de Inetum.
Esta iniciativa forma parte del programa de voluntariado de Inetum, que busca fortalecer el vínculo entre la empresa y la comunidad. A través de acciones como esta, Inetum reafirma su compromiso con la responsabilidad social y promueve una cultura de solidaridad entre sus empleados, inspirando a otros a sumarse a la construcción de un mundo más humano y solidario.