En un contexto de creciente descontento y críticas hacia su administración, el gobierno de Dina Boluarte ha llevado a cabo una serie de cambios en su Gabinete Ministerial, buscando paliar la percepción negativa de su gestión.
La reciente renovación de ministros, que incluye nuevas designaciones en áreas clave como Cancillería, Comercio Exterior, Vivienda y Cultura, se presenta como un intento de revitalizar el gobierno y abordar las deficiencias que han marcado su mandato. Sin embargo, este movimiento ha sido recibido con escepticismo, ya que el desempeño del gobierno sigue siendo objeto de intensas críticas.
La falta de paridad de género en el nuevo equipo ministerial, con solo dos mujeres entre los 19 ministros, también ha suscitado preocupación y cuestionamientos sobre el compromiso del gobierno con la igualdad de oportunidades.
Este ajuste en el Gabinete se percibe como una respuesta a la creciente presión por mejorar la eficacia y la imagen del gobierno en un momento crítico para su estabilidad y legitimidad.