La ruta turística Sendero Maleño: entre mar, cultura y valle, combina naturaleza, historias inspiradoras y gastronomía a solo 45 minutos de Lima.
En tiempos en que el turismo busca ser más sostenible y el bolsillo del viajero más eficiente, Mala emerge como un destino ideal para esta Semana Santa. La ruta turística Sendero Maleño: entre mar, cultura y valle es una buena opción si lo que buscas es una experiencia única, que combina naturaleza, gastronomía y la historia de mujeres que lideran econegocios sostenibles y amigables con el medio ambiente.
A unos 85 kilómetros de Lima, el circuito, impulsado por Profonanpe y la compañía Minera Condestable, invita a recorrer playas amplias, centros históricos y miradores panorámicos, mientras se conocen emprendimientos como biofertilizantes elaborados con aceite reciclado, snacks con plátanos locales y alimentos para aves elaborados a partir de residuos orgánicos.

Diseñada para resaltar la riqueza cultural y ambiental de la zona, esta iniciativa sostenible es visible en la plataforma “Y tú qué planes” y permite a los visitantes descubrir hermosos paisajes, tradiciones ancestrales y una gastronomía inigualable mientras apoyan el desarrollo económico de la comunidad.
¿Qué ver y hacer en Mala?
La ruta Sendero Maleño, que forma parte de los destinos recomendados por la plataforma Y tú qué planes, es accesible tanto en auto particular como en transporte público a través de buses que parten desde el Terminal Terrestre de Atocongo. El trayecto, con algunas paradas, dura aproximadamente una hora. Todos los buses te dejarán en el corazón de este distrito costero.

En Mala, la experiencia ha sido diseñada para ser accesible a todos los visitantes pues cada parada cuenta con paneles informativos que narran la historia de cada uno de los recursos turísticos, textos en braille, códigos QR con videos en lenguaje de señas para personas con discapacidad visual, demostrando un compromiso firme con la accesibilidad. Algunos de los puntos imperdibles son:
- Playa Bujama: Un paraíso de arena fina y mar tranquilo, ideal para un día de relajación y conexión con la naturaleza. Aquí podrás encontrar pérgolas hechas con bambú, en donde ubicarás paneles informativos, pasarelas para que las personas con discapacidad motora puedan desplazarse cómodamente y columpios donde podrás divertirte al ritmo de las olas del mar. El ingreso a la playa es gratuito.
- Playa Barcelona: Con 760 metros de arena dorada y oleaje sereno, esta playa es un ambiente perfecto para la observación de aves como el piquero de patas azules o el zarapito pico curvo. Si te adentras en la playa, descubrirás el sitio arqueológico Barcelona, cuyos vestigios te conectarán con la rica historia de los antiguos habitantes de la región. El ingreso a esta playa también es gratuito.
- Centro Histórico de Mala: Descubre la esencia del distrito recorriendo sus calles, la Iglesia Matriz de San Pedro de Mala y la plaza de armas principal, cuya glorieta oriental llamará completamente tu atención, ya que fue una donación de la población china a los maleños, en gratitud al buen trato y hospitalidad.
- Valle de Mala: Disfruta de paisajes agrícolas y conoce más sobre la producción local de plátanos, uno de los productos emblemáticos de la zona, visitando el fundo Mi Viejo Querido. El recorrido por esta finca agrícola incluye la pesca de tilapias. También encontrarás un árbol de uvas de 100 años de antigüedad. El ingreso tiene un precio de S/5 por persona, previa coordinación a través del celular 937 106 997 de Jacinta Chumpitaz, la dueña.
- Mirador turístico de San José del Monte: Desde este punto se puede apreciar el valle de Mala de forma panorámica. Cuenta con un marco fotográfico en forma de alas, elaboradas a base de botellas recicladas. El mirador fue construido por unas 30 personas, la mayoría mujeres, quienes también erigieron alrededor de 133 escalones que lo conectan con la pista. Además, a escasos metros, se encuentra la capilla de San José del Monte. Esta capilla fue construida en 1982 gracias al esfuerzo colectivo de los pobladores y devotos.
- Gastronomía local: Podrás probar la popular Sopa Bruta, un contundente plato tradicional maleño, acompañado de carapulcra, muy similar al Manchapecho y los deliciosos picarones en la Plaza de Armas.
Turismo con propósito: Una economía circular que transforma vidas
Tu recorrido por Mala no estará completo sin probar los Chifles Puquchi, elaborados por la asociación Ecodep, conformada por mujeres emprendedoras que han transformado el plátano maleño —símbolo agrícola del distrito— en un producto con valor agregado. Con esta iniciativa, no solo impulsan la economía local, sino que también contribuyen a evitar la pérdida de cultivos debido al cambio de uso de suelo y la reducción del agua subterránea.
Otra parada imprescindible es la asociación Probima, cuyo trabajo es ejemplo de innovación y economía circular. Producen Nutriyawar, un biofertilizante 100% orgánico y rico en nutrientes, además de jabones y removedores de grasa hechos a partir del aceite residual usado en la preparación de los chifles. Un modelo que demuestra cómo los residuos pueden convertirse en oportunidades.
Además, en Mala funciona una planta de bioconversión que transforma los residuos orgánicos de los mercados en alimento balanceado para aves. ¿La clave? Larvas de mosca soldado negro, capaces de convertir los desechos en un insumo de alto valor. Una muestra viva de que, en este distrito, nada se desperdicia. Si quieres conocer más detalles sobre esta ruta turística, te invitamos a revisar este cuadro informativo.