Al emprender, es importante equilibrar el ahorro con inversiones estratégicas, priorizando la calidad del producto, la estrategia comercial y la planificación financiera.
Al iniciar en el mundo del emprendimiento, gestionar adecuadamente los recursos financieros es crucial para el éxito y la sostenibilidad del negocio. Si bien es importante ser cauteloso con los gastos, hay áreas en las que invertir es esencial para garantizar el crecimiento y la competitividad.
En el contexto del Día Mundial del Ahorro, Daniel Diez Canseco Terry, vicepresidente de Emprendimiento de la Corporación Educativa San Ignacio de Loyola, comparte sus recomendaciones sobre dónde ahorrar y en qué no escatimar al comenzar un emprendimiento.
Uno de los mayores desafíos para los nuevos negocios es la gestión de los costos iniciales. Diez Canseco señala que la adquisición de materia prima o insumos es uno de los gastos más comunes y complejos. “Encontrar proveedores que ofrezcan precios competitivos puede ser difícil al comienzo, lo que impacta directamente en los costos variables y, por ende, en la rentabilidad del proyecto”, explica.
Para enfrentar estas dificultades, Diez Canseco propone algunas estrategias prácticas para reducir gastos:
- Tercerización de procesos operativos y administrativos: Optar por la tercerización puede resultar más económico que gestionar ciertas tareas internamente. Esto permite concentrarte en el núcleo del negocio, manteniendo la eficiencia sin sacrificar la calidad.
- Adopción de tecnología eficiente: La tecnología es una aliada clave para reducir costos operativos. Utilízala para automatizar procesos repetitivos y gestionar tareas de forma remota, lo que puede ahorrarte tiempo y recursos.
- Planificación financiera: Llevar una gestión cuidadosa del flujo de caja es fundamental para evitar interrupciones en tus operaciones y cumplir con tus compromisos financieros. Planificar con anticipación permite asignar recursos de manera eficiente, prever riesgos y establecer metas de crecimiento realistas.
Por otro lado, el experto advierte que hay áreas críticas donde no se debe escatimar:
- Calidad del producto: La calidad es esencial para generar una buena primera impresión en los clientes y consolidar la reputación del negocio.
- Estrategia comercial: Una estrategia bien definida es clave para posicionar la oferta en el mercado desde el principio y asegurar un flujo constante de ventas. «El ahorro no debe comprometer las acciones de marketing que garantizan un buen alcance desde el inicio”, mencionó Diez Canseco.
- Asesoría profesional: Ahorrar en asesoría especializada puede generar problemas legales, financieros o estratégicos que pongan en riesgo la viabilidad del negocio.
El equilibrio entre ahorro e inversión estratégica es clave para el éxito de cualquier emprendimiento. Tomar decisiones financieras inteligentes desde el inicio asegura una base sólida para el crecimiento del negocio y maximiza las posibilidades de sostenibilidad en el largo plazo.