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El mundo está loco

Por Antero Flores-Araoz

Hace algunos días, conversando con un buen y antiguo amigo respecto a la situación mundial, coincidíamos en que no había país que pudiera decir que estaba tranquilo y sin notorios actos de violencia. Ante la coincidencia agregó: “para este mundo loco, no hay suficientes psiquiatras, que debería ser la profesión del futuro cercano”.

Pocos días atrás en Suecia, país históricamente amigable y tranquilo, con una terrible balacera en una escuela. En Washington algo inaudito, en el año 2021 se asaltó el Capitolio como mencionáremos más adelante y, años antes en Nueva York el 2017 un camión embistió a una multitud, acto de sangre atribuido a un excéntrico musulmán.

Ha habido asimismo tiroteos en Atlanta. En la sinagoga de Colleyville un yihadista británico tomó de rehenes al rabino y a varios de sus feligreses. En el 2022 se atacó una estación de servicio público de pasajeros en Brooklyn y en el mismo año se tuvo el tiroteo en Búfalo perpetrado por otro fanático terrorista.

México no se queda atrás con gravísimo atentado en Michoacán, sin olvidar la masacre de Zinapécuaro, o el no menos sangriento atentado en el Gran Patio Zaragoza de la ciudad Juárez.

En Bruselas algo más de un año atrás, un miembro del Estado Islámico, disparaba a mansalva gritando “Alá es grande” en un partido de futbol.

En China, el conductor de vehículo automotor todo terreno  embistió a un grupo de personas con el sangriento saldo de 35 fallecidos además de los heridos, todo esto en la localidad de Zhuhai. 

El 23 de enero del 2023, otro musulmán fue el autor de atentado sangriento en una parroquia de la Palma, para luego repetirlo en la de San Isidro, ambas en Algeciras, España.

En Copenhague el 2022 otro antisocial abrió fuego a quienes concurrían a un importante y concurrido centro comercial y, un año antes de que esto ocurriese, en Liverpool, Reino Unido, otro antisocial arrojó aparato explosivo en la entrada del hospital para damas de ésa localidad.

Los hechos que se pueden considerar demenciales, ya que no tienen racionalidad alguna, no solo son perpetrados por antisociales y actores terroristas, sino incluso estimulados por autoridades en ejercicio regular de su cargo, como sucedió en el Capitolio de los Estados Unidos de América, en que en hecho sin precedentes se atacó el Capitolio.

Por supuesto que no solo existen hechos irracionales de sangre, lo hay también sin derramamiento de sangre pero que pueden tener consecuencias fatídicas como son las puyas que se dan entre diversos Estados, amenazas e incluso ellas de carácter soterrado que nos pueden llevar a una confrontación hasta de nivel mundial.

Existen por otro lado otras actitudes que podríamos llamar “pintorescas”, como es la del intento de cambio de nombre del Golfo de México, o la edificación de una pared limítrofe de miles de kilómetros entre los Estados Unidos y México, o la pretensión del primero de los nombrados de no pagar servicios por el uso del Canal de Panamá.

Todos los ejemplos narrados son de países considerados del primer mundo, con poblaciones normalmente cultas, por lo que imagínese si tuviéramos que referirnos a ejemplos de países que no son de ésa esfera.  Francamente no podríamos hacer una columna de opinión sino una enciclopedia. Baste como ejemplo lo sucedido en el Perú, en que el electorado eligió mayoritariamente a un supuesto “maestro escolar”, inculto, con pocos conocimientos, con nada que enseñar y mucho que aprender, aunque encima, actuando como un delincuente desde poca monta hacia arriba. Por eso que mi contertulio tenía mucha razón al afirmar que se requieren psiquiatras pues el mundo en que vivimos está loco, aunque si pusiéramos más atención en la educación que se da desde la escuela, creo que mucho se podría evitar para tener un mundo mejor en beneficio de quienes nos sucedan en esta aciaga vida.

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