La decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud podría tener consecuencias graves, desde el retroceso en la lucha contra enfermedades globales hasta la reorganización de presupuestos en países en desarrollo como el Perú.
El reciente anuncio de Donald Trump sobre el retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Según explicó el Dr. Elmer Huerta, esta decisión, sustentada en críticas al manejo de la pandemia de COVID-19 y la estructura de financiación de la OMS, tendrá implicancias significativas para la salud pública global.
La OMS, creada en 1948 y financiada en un 20% por Estados Unidos, juega un papel crucial en la erradicación de enfermedades como la malaria, la tuberculosis y el VIH, además de coordinar respuestas sanitarias globales y evaluar vacunas y medicamentos. «Sin este aporte, la OMS enfrentará recortes que afectarán programas esenciales para países en desarrollo, incluyendo la lucha contra el dengue y la anemia infantil en el Perú», señaló el Dr. Huerta.
Para Estados Unidos, el impacto también será considerable. La ausencia de datos globales de la OMS dificultará la reacción del país frente a futuras pandemias, afectando la capacidad de respuesta de sus Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y otras instituciones.
El Dr. Huerta advirtió además sobre el riesgo de que potencias como China y Rusia asuman mayor control sobre la OMS, moldeando sus prioridades según intereses políticos. Ante este panorama, queda la esperanza de que iniciativas como la Fundación de la OMS, financiada por empresas privadas, puedan mitigar parte del impacto de este retiro.
En resumen, esta decisión no solo debilita la cooperación internacional en salud, sino que amenaza con revertir décadas de avances en la lucha contra enfermedades que afectan especialmente a las naciones más vulnerables.