Fumigación contra criaderos de mosquitos aegypti en El Salvador. El dengue, del cual esos insectos son vectores, afecta principalmente a las zonas tropicales y subtropicales de América, y se ha extendido por áreas de Europa y Medio Oriente sobre todo a causa del cambio climático, que favorece la proliferación del mosquito. Imagen. Presidencia de El Salvador
GINEBRA (Por Corresponsal de IPS) El sorprendente aumento de las infecciones por dengue en todo el mundo en 2023 representa una amenaza potencialmente mayor para la salud pública, expuso este viernes 22 la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Diana Rojas Álvarez, líder del equipo de arbovirus de la OMS, dijo que “los cambios climáticos impactan en la transmisión del dengue, porque aumentan las precipitaciones, la humedad y la temperatura”, lo cual favorece la proliferación de vectores, mosquitos de la especie aegypti.
La amenaza requiere “máxima atención y respuesta en todos los niveles”, sostuvo la especialista colombiana en declaraciones a periodistas en la sede de la OMS en esta ciudad suiza.
Según esa agencia sanitaria de las Naciones Unidas, este año se han registrado más de cinco millones de infecciones por dengue y 5000 muertes este año en todo el mundo, casi 80 % de ellas en América, el sudeste asiático y el Pacífico occidental.
El dengue es la infección viral más común transmitida por mosquitos infectados con el virus. Se encuentra principalmente en áreas urbanas en lugares con climas tropicales y subtropicales.
La propagación de la enfermedad ahora llega a regiones que antes no estaban afectadas, con brotes en Afganistán, Pakistán, Sudán, Somalia y Yemen –algunos enzarzados en conflictos armados-, y la transmisión local comienza a darse en países como España, Francia e Italia.
En la región América se notificaron más de 4,2 millones de nuevos casos de dengue en 2023, incluidos más de 6700 casos graves y 2050 muertes. Esto supera, en más de un millón de casos nuevos, el récord anterior observado en 2019 (3,1 millones), indicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los 4 192 479 casos notificados entre la semana epidemiológica 1 y la número 49 representan una tasa de incidencia de 421 casos por 100 000 habitantes.
De los casos notificados, 1 898 640 fueron confirmados por laboratorio y 6766 fueron clasificados como dengue grave. El mayor número de casos se reportó en Brasil con 2 909 404 casos, Perú con 271 279, y México con 244 511 casos.
De los 6.766 casos de dengue grave, el mayor número se registró en Colombia (1504), Brasil (1474) y México (1316 casos). Las 2050 muertes reportadas por dengue resultaron en una tasa de letalidad de 0,049 % para 2023.
La OMS insistió en que el aumento en el número de casos en más lugares se produce porque los mosquitos infectados prosperan en nuevas áreas debido al calentamiento global, y declaró su disposición a ayudar a los países a controlar los actuales brotes de dengue y prepararse para la próxima temporada de casos.
Debido a esos avances, en todo el mundo 4000 millones de personas (la mitad de la población) corren el riesgo de contraer dengue.
Aunque la mayoría de los infectados no presentan síntomas y generalmente se recuperan en una o dos semanas, la OMS llamó la atención sobre las infecciones graves, que se caracterizan por choques, hemorragia grave o compromiso de órganos.
Rojas Álvarez también destacó que estos peligrosos síntomas suelen comenzar “después de que pasa la fiebre”, tomando desprevenidos a los profesionales sanitarios.
Las señales de advertencia a las que hay que prestar atención incluyen dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, encías sangrantes, acumulación de líquido, letargo, inquietud y agrandamiento del hígado.
Como no existe un tratamiento específico para el dengue, la detección temprana y el acceso a atención médica adecuada son cruciales para reducir la probabilidad de muerte debida a la forma grave de la enfermedad.