Inundaciones en Libia, desatadas cuando la tormenta Daniel rompió dos represas en el este del país, dejaron miles de muertos y desaparecidos. Los desastres asociados a fenómenos meteorológicos extremos son una de las causas para el pronunciado rezago en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, indica un estudio de la ONU. Imagen: OMS
GINEBRA (Por Corresponsal de IPS) El cambio climático está frenando la lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades mortales, entre otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mostró este jueves 14 el informe “Unidos en la Ciencia”, de agencias de las Naciones Unidas coordinadas por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El secretario general de la ONU, António Guterres, escribió en el prólogo que “el año 2023 nos ha demostrado con total claridad que el cambio climático ya está aquí. Temperaturas sin precedentes abrasan la tierra y calientan el mar, al mismo tiempo que los fenómenos meteorológicos extremos causan estragos en todo el planeta”.
El informe fue presentado a pocos días de celebrarse en la sede de la ONU en Nueva York las cumbres que auspicia la organización para relanzar los ODS, el 18 y 19 de septiembre, y sobre la ambición climática, el día 20.
Guterres lamentó que la respuesta global ante esos desafíos “se ha quedado muy corta”, como muestra el informe, según el cual a mitad de camino para esos ODS, pautados en 2015 con el 2030 como año meta, apenas se ha avanzado en 15 % hacia la consecución de objetivos.
Según la OMM, el mundo avanza hacia un calentamiento global de al menos 2,8 grados centígrados sobre los niveles preindustriales (1850-1900) en el transcurso de este siglo, muy por encima del objetivo del Acuerdo de París de fijar dos grados como umbral máximo y no más de 1,5 grados hacia el año 2050.
Ese acuerdo, adoptado en 2015 por casi todos los Estados y territorios, plantea la necesidad de reducir y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero para contener el calentamiento de la atmósfera que precipita el cambio climático.
Entretanto, los fenómenos meteorológicos extremos –prolongadas sequías y lluvias y huracanes con devastadoras inundaciones- causan desastres con miles de muertos y enormes pérdidas materiales, a modo de trágico recordatorio del impacto del cambio climático sobre las poblaciones, sobre todo las más vulnerables.
Entre 1970 y 2021, se produjeron 11 778 desastres atribuidos a fenómenos meteorológicos, climáticos e hídricos extremos, que provocaron más de dos millones de muertes y 4300 millones de dólares en pérdidas económicas.
Más de 90 % de las muertes y 60 % de las pérdidas económicas ocurrieron en los países en desarrollo.
El verano de este año en el hemisferio norte ha sido más cálido de que se tenga noticia, es muy probable que uno de los próximos cinco años sea el más cálido jamás registrado, y a comienzos de la década de 2030 ya se podría llegar al umbral de 1,5 grados del Acuerdo de París.
Con relación a los impactos, el informe señala que por ejemplo para el ODS 2, Hambre Cero, al ritmo actual se calcula que en 2030 unos 670 millones de personas pasarían hambre, debido en parte a un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos que alteran todos los pilares de la seguridad alimentaria.
Advierte que deben realizarse inversiones en ciencias y servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos en las cadenas de valor agroalimentarias, ya que permiten a los agricultores tomar decisiones sobre plantaciones y siembras, por ejemplo.
Sobre el ODS 3, el de salud y bienestar, se advierte que las olas de calor y otros fenómenos aumentarán los problemas de salud y las muertes prematuras. Además, la urbanización rápida multiplica los riesgos, como la contaminación atmosférica, que se asocia a casi siete millones de muertes prematuras al año.
Respecto del OD 6, el de agua limpia y saneamiento, se muestra que el cambio climático está exacerbando los peligros relacionados, como las crecidas y las sequías, y en más de 60 % de los países las capacidades de monitoreo hidrológico son inadecuadas y están en retroceso.
Como nota positiva se señala que los avances científicos y tecnológicos, como los drones, la inteligencia artificial y la tecnología espacial, abren la puerta a la adopción de políticas y prácticas integradas de gestión del agua basadas en datos.
Al referirse al ODS 7, energía asequible y no contaminante, el reporte destaca que los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático modifican la capacidad de suministro y la demanda de ese recurso, por lo que la transición hacia la energía limpia resulta más imprevisible y potencialmente más cara.
En el renglón ciudades y comunidades sostenibles, ODS 11, recuerda que las ciudades albergan a más de la mitad de la población mundial, generan 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y son vulnerables a la subida del nivel del mar, olas de calor, lluvias extremas, escasez de agua y contaminación atmosférica.
Otro ejemplo es el del ODS 14, sobre la vida submarina, afectada por el clima y la actividad humana, con impacto en las comunidades que dependen de ella para su seguridad alimentaria y medios de subsistencia, la pesca en lugar destacado.
Ante los desastres asociados a fenómenos extremos, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, concluyó el informe con un llamado a “lograr que las alertas (meteorológicas e hidrológicas) tempranas protejan a toda la población, para salvar vidas, medios de subsistencia y contribuir a salvaguardar el desarrollo sostenible”.El cambio climático frena los Objetivos de Desarrollo Sostenible