Las organizaciones y empresas tecnológicas están cada vez más comprometidas con la creación de entornos laborales inclusivos.
La industria de los videojuegos ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, alcanzando cifras récord en ingresos y popularidad a nivel mundial. Sin embargo, este sector continúa enfrentando retos en términos de inclusión y equidad de género. A pesar de los avances, las mujeres siguen siendo una minoría en la industria, tanto en el desarrollo de videojuegos como en roles de liderazgo, enfrentándose a barreras estructurales y culturales que limitan su participación.
Según el informe más reciente de la Entertainment Software Association (ESA), solo el 24% de los desarrolladores de videojuegos a nivel global son mujeres, una cifra que ha mejorado ligeramente en los últimos años, pero que sigue siendo preocupante. En Perú, la situación no es muy diferente, donde las mujeres aún luchan por hacerse un espacio en un sector dominado históricamente por hombres.
A pesar de estos desafíos, existen importantes oportunidades para las mujeres que buscan desarrollarse profesionalmente en la industria de los videojuegos. Patricia Paulet, subdirectora de la Facultad de Tecnología e Ingeniería de IDAT, destacó que “el avance de la tecnología ha abierto puertas que antes estaban cerradas para muchas mujeres. Hoy en día, disciplinas como el diseño de videojuegos, la animación digital y la programación ofrecen espacios donde el talento femenino está comenzando a destacar”. Paulet subraya que el acceso a programas educativos orientados hacia la tecnología es clave para que más mujeres se involucren en estos campos de alta demanda.
Las organizaciones y empresas tecnológicas están cada vez más comprometidas con la creación de entornos laborales inclusivos. Sin embargo, muchas mujeres siguen enfrentando dificultades para acceder a puestos de liderazgo o influir en las decisiones creativas de los proyectos. A nivel local, se están promoviendo diversas iniciativas para reducir esta brecha y fomentar la inclusión de género en la industria de los videojuegos.
En este sentido, la educación juega un rol fundamental. «Es esencial que las mujeres cuenten con las herramientas necesarias desde la formación técnica», aseguró Stiven Mego, docente de la Facultad de Diseño y Comunicaciones de IDAT. «Los programas académicos especializados en áreas como la animación, el diseño de personajes y la programación no solo brindan conocimientos técnicos, sino que también preparan a las mujeres para enfrentar los retos del mercado laboral y posicionarse como líderes en la creación de videojuegos», añadió.
IDAT, como parte de su compromiso con la innovación y la inclusión, ha implementado programas que buscan atraer a más mujeres a carreras tecnológicas. A través de iniciativas que fomentan la participación femenina en sus cursos de tecnología y diseño, esta institución educativa ha visto un aumento en el número de alumnas interesadas en áreas como la realidad aumentada, el desarrollo de software y el diseño de videojuegos.
Aunque aún queda un largo camino por recorrer, el panorama para las mujeres en la industria de los videojuegos parece estar cambiando de manera positiva. Las empresas de tecnología, tanto en Perú como a nivel global, están tomando medidas concretas para reducir la brecha de género y crear un ambiente más inclusivo. Además, el interés por la diversidad en el sector ha permitido que más mujeres encuentren oportunidades de desarrollo profesional y que sus aportes sean valorados.
Paulet destaca que, a medida que más mujeres se integran en el mundo de los videojuegos, los productos finales también reflejan una mayor diversidad en su diseño y narrativas. “La inclusión de mujeres en el desarrollo de videojuegos no solo equilibra la balanza en cuanto a oportunidades, sino que también enriquece los contenidos, haciendo que las historias y personajes sean más variados y representativos”, afirmó.
En definitiva, la participación femenina en el sector de los videojuegos no es solo una cuestión de equidad, sino también de calidad y diversidad en la creación de contenidos. A medida que más mujeres acceden a oportunidades de formación y desarrollo profesional en este campo, la industria continuará transformándose y ofreciendo productos más inclusivos para audiencias de todo el mundo.
