Diversos colegiados han expresado su malestar, señalando que esta acción no solo afecta la imagen institucional, sino que socava la confianza.
Una polémica decisión tomada por la Junta Directiva del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros ha encendido el debate en el gremio profesional. Según una denuncia formal presentada por miembros del propio colegio, la actual directiva, encabezada por el ingeniero Edwin Chávarry Carahuatay, habría aprobado en sesión una asignación económica mensual para sus integrantes, con vigencia retroactiva desde febrero del presente año.
De acuerdo con la información revelada, se estableció un sueldo mensual de diez mil soles más dieta para el decano departamental; ocho mil soles más dieta para el vicedecano y los directores; dos mil quinientos soles más dieta para los directores presidentes; y dos mil soles más dieta para los presidentes de capítulo.
Esta decisión, tomada bajo el concepto de “gestión administrativa”, ha sido calificada como irregular y carente de sustento estatutario, ya que no existe previsión legal ni acuerdo de base colegiada que respalde dicho beneficio económico. Además, se trataría de una medida adoptada por y para los mismos directivos en ejercicio, lo que ha generado críticas por su posible contravención a los principios éticos y de transparencia que deben regir la labor dirigencial.
Diversos colegiados han expresado su malestar, señalando que esta acción no solo afecta la imagen institucional, sino que socava la confianza de más de 300 mil ingenieros a nivel nacional, quienes exigen rendición de cuentas, mejoras reales en la gestión, y no privilegios personales.
Como respuesta, ya se han activado los canales internos correspondientes para revisar el caso y determinar responsabilidades. Se espera una investigación rigurosa y transparente, que sancione cualquier intento de beneficio indebido con el rigor que corresponde.
Este episodio ha dejado en evidencia la necesidad urgente de una mayor vigilancia y participación de la comunidad profesional en los asuntos del colegio. Para muchos, la dirigencia debe volver a sus principios: servir, representar y construir confianza, no beneficiarse del cargo.
Como resultado, ya se han activado mecanismos internos de revisión disciplinaria para determinar la validez de la decisión y, de comprobarse alguna falta, establecer las sanciones correspondientes. Los ingenieros colegiados esperan una investigación exhaustiva, objetiva y rápida, que garantice el respeto al marco normativo y la ética institucional.