El 27 de junio se celebra el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), una fecha dedicada a reconocer la vital importancia de estas empresas en los objetivos del Desarrollo Sostenible y la necesidad de facilitar su acceso a créditos y financiamiento. Este día destaca el papel crucial que las MIPYMES juegan en la economía y el crecimiento de un país, especialmente a través del emprendimiento.
Las MIPYMES representan una parte significativa del tejido empresarial de cualquier economía. En Perú, estas empresas constituyen el 99.5% del total de unidades productivas y generan aproximadamente el 60% del empleo formal, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de 2024. Este dato subraya la importancia de estas empresas no solo en la creación de empleo, sino también en el impulso del desarrollo económico y social.
Una de las principales barreras que enfrentan las MIPYMES es el acceso a créditos y financiamiento. Milagros Torres, subdirectora de la Facultad de Negocios de Zegel, comenta: «Es fundamental que las políticas públicas y las instituciones financieras faciliten el acceso a créditos para las micro y pequeñas empresas. Esto no solo impulsa su crecimiento, sino que también contribuye a la reducción de la pobreza y la desigualdad». En este sentido, las iniciativas para mejorar el acceso al financiamiento son cruciales para fortalecer el sector y promover un desarrollo inclusivo y sostenible.
El Emprendimiento como motor de crecimiento
El emprendimiento es una fuerza motriz para el crecimiento económico y la innovación. En Perú, el espíritu emprendedor es palpable, con un creciente número de personas que inician sus propios negocios en búsqueda de mejores oportunidades. Según un reciente estudio del INEI, el número de microempresas ha aumentado en un 8% en 2024, reflejando un entorno dinámico y favorable para el emprendimiento.
«El crecimiento de un país a punta de emprendimiento es una realidad en Perú. Las microempresas y las PYMES son esenciales para la economía, proporcionando empleo y fomentando la innovación», señala Torres. «Es imperativo seguir apoyando a los emprendedores con herramientas y recursos necesarios para que puedan prosperar y contribuir al desarrollo del país».
El papel de las MIPYMES en la reducción de la pobreza es significativo. El reciente estudio del INEI sobre la pobreza en Perú revela que el índice de pobreza ha disminuido en un 2% en 2024, en parte gracias al aumento de microempresas que generan empleo y oportunidades económicas. Este dato destaca cómo el apoyo a las MIPYMES puede tener un impacto directo en la mejora de las condiciones de vida de muchas personas.
Para asegurar un crecimiento sostenido y equitativo, es crucial seguir fomentando un entorno favorable para las MIPYMES. Esto incluye no solo mejorar el acceso a financiamiento, sino también proporcionar capacitación y apoyo técnico a los emprendedores. «El futuro de Perú depende en gran medida del éxito de nuestras micro y pequeñas empresas. Invertir en su desarrollo es invertir en el futuro del país», concluye Torres.
