Además de la delincuencia, muchas mujeres bodegueras enfrentan trabas burocráticas y tributarias, lo que les dificulta regularizar sus negocios.
Este 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, una ocasión importante para reconocer el empuje y fuerza de las mujeres peruanas, cuyo coraje y dedicación es el motor para que ellas y sus familias salgan adelante, a pesar de los obstáculos que encuentren a su paso.
Ser mujer emprendedora en Perú se ha convertido en todo un reto, en especial, por el panorama de incertidumbre social y económico que atraviesa el país. En lo que va del año, más de 13 mil bodegas vienen siendo extorsionadas, lo que ha llevado al cierre de muchos de estos negocios.
La Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub), en colaboración con Mondelēz Perú, llevó a cabo el pasado 6 de noviembre un conversatorio para poner en agenda la necesidad de contar con aliados contra la delincuencia y adoptar medidas que mantengan a salvo los pequeños negocios, que hoy vienen siendo blanco del crimen.
“En el marco del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, es importante reconocer la resiliencia que tenemos las mujeres bodegueras. Solo queremos trabajar en un entorno seguro, porque nosotras somos el sustento de nuestro hogar”, indicó Karla Pacheco, presidenta de la célula Lima Norte de Agremub.
Pero la inseguridad en las calles no es el único adversario. Muchas mujeres bodegueras enfrentan trabas burocráticas y tributarias, que les hacen difícil regularizar sus negocios. Esto las obliga a competir con negocios informales que operan con menores costos, lo que las hace reducir sus márgenes de ganancia.
En ese sentido, Agremub desempeña un papel crucial al promover la formalización y crear estrategias de protección para las emprendedoras. “Lo que buscamos en Agremub es proponer iniciativas que son esenciales para que las bodegas, para que podamos prosperar en un entorno más seguro y equitativo”, concluyó Karla Pacheco.