Gerald Oropeza, alguna vez emblema del narcotráfico y la ostentación en Perú, reaparece como influencer con miles de seguidores en redes. ¿Qué hay detrás de su nueva vida?
Gerald Oropeza López, el hombre que durante años fue símbolo del narcotráfico, los lujos y el escándalo, ha decidido reinventarse. El que fuera conocido como el ‘Tony Montana’ peruano —por su afición a los autos de alta gama y su vida de excesos— hoy protagoniza una transformación insólita: es influencer y figura en TikTok, con más de 365 mil seguidores.
Su historia comenzó a viralizarse nuevamente luego de que retomara presencia digital. Quienes lo recuerdan por sus fiestas millonarias, sus vínculos con redes de tráfico de drogas y por escapar de un atentado en su Porsche, hoy lo ven organizando eventos, grabando clips y promocionando negocios en redes sociales. Gerald Oropeza ha encontrado una nueva plataforma para capitalizar su nombre.
Entre 2014 y 2015, fue considerado uno de los hombres más buscados del país. Su vinculación con mafias internacionales, entre ellas la del italiano Salvatore Zazo ‘Zaza’, fue expuesta luego de que sobreviviera a un ataque armado. El episodio marcó el comienzo de su caída. Las investigaciones revelaron que usaba empresas de limpieza como fachada para el envío de droga a Europa.
Tras pasar casi siete años en prisión —entre ellos en el penal de Challapalca— salió en libertad en 2022. Desde entonces, su estrategia cambió por completo. Lejos de mantenerse en el anonimato, ha buscado reposicionarse como empresario digital. En TikTok, se hace llamar ‘El Patrón’, y promueve su estilo de vida a través de videos sobre fiestas, organización de eventos y contenido aspiracional.
El cambio, sin embargo, no borra su pasado. Sus autos de lujo —entre ellos un Porsche 911, un Ferrari F12 Berlinetta y un Audi— fueron incautados por las autoridades y trasladados a la sede de la Dirandro, como parte de las investigaciones por narcotráfico.
Hoy, Oropeza intenta mantenerse vigente en otra arena. Mientras su imagen en redes genera seguidores y reacciones, su historia sigue generando debate: ¿redención o estrategia para lavar reputación?