- ¡Cuidado! Los bebés son muy sensibles a los cambios de temperatura porque su sistema termorregulador aún se encuentra en etapa de formación.
La transición del verano al otoño puede ser un periodo desafiante para mantener una hidratación adecuada en los bebés. A pesar de que las temperaturas empiecen a descender, los días calurosos persistirán hasta fines de marzo, según las advertencias del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi).
Esta temporada coincide con el feriado largo por Semana Santa, en el que muchas familias aprovecharán estos días libres para viajar y realizar actividades al aire libre. Sin embargo, esto podría exponer aún más a los bebés a condiciones climáticas variables y a un mayor riesgo de deshidratación.
Durante los paseos y excursiones, es fundamental estar atentos a los signos de deshidratación en los más pequeños de casa. Para evitar los estragos del exceso de calor en los pequeños, expertos sugieren una serie de medidas como ofrecerles más líquidos, vestirlos con prendas de colores claros y nunca dejarlos solos en ambientes con mucha exposición solar.
Además, la nutricionista infantil Talía Gallo, aconseja a los padres seguir llevando una alimentación adecuada durante este cambio estacional, que ayude a los bebés a prevenir la deshidratación, reponer sales minerales que se pierden por la transpiración excesiva, aportar nutrientes para reforzar su sistema inmune y actuar como antioxidantes para proteger las células.
Hidratación en recién nacidos
Para los bebés que se encuentran en la etapa de lactancia materna exclusiva, a través de fórmula o mixta, la especialista sugiere ofrecer el alimento siempre que el bebé lo pida, y cuando hace excesivo calor. Dar leche con más frecuencia de lo habitual para mantener al bebé hidratado es lo más recomendable. No hace falta dar agua extra, ni infusiones o zumos.
Bebés mayores de seis meses
Durante el primer año de vida, la nutricionista indica que el alimento principal del bebé seguirá siendo la leche, ya sea materna o de fórmula. Aunque también se les puede ofrecer agua adicional, no ha de interferir con su alimentación habitual, para evitar la deshidratación. Además, como parte de su régimen de alimentación complementaria, se pueden introducir otros alimentos que enriquecerán su dieta y los ayudarán a mantenerse saludables durante los climas cálidos.
Por ello, la especialista, junto a Babysec -marca dedicada en el cuidado e higiene del bebé-, indican qué otros alimentos ayudarán a mantener nutridos e hidratados a los más pequeños de casa:
1.- Sandía: El alto contenido de agua de esta fruta (92%) la convierte en ideal para hidratar a los bebés y prevenir la deshidratación. Además, aporta potasio y magnesio, electrolitos que los bebés pierden al transpirar y que son esenciales para su salud y provee vitaminas A, C y del complejo B. La vitamina C refuerza su sistema inmune, clave para combatir patógenos durante esta temporada.
2.- Melón: Contiene aproximadamente un 90% de agua, su bajo aporte calórico previene la sobrecarga del sistema digestivo del bebé durante el calor y tiene poca fibra, por lo que resulta fácil de digerir para los bebés, incluso para aquellos que están iniciando la alimentación complementaria.
3.- Arándanos: Contienen altos niveles de antioxidantes llamados flavonoides, que protegen las células del estrés oxidativo causado por el calor excesivo. También refuerzan la inmunidad, por su alto contenido en vitamina C y E y mejora la circulación periférica y la vasodilatación.
4.- Kiwi: Esta fruta está compuesta por un 80% de agua, ideal para hidratar los tejidos y órganos internos del bebé. Es rico en vitaminas C y E, y tiene compuestos antioxidantes como la luteína, betacaroteno y otros compuestos, y es de digestión liviana.
