De cara al 2025, la ciberseguridad ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad crítica. En el último año, las amenazas digitales han crecido exponencialmente en Perú, poniendo en riesgo la operatividad de empresas y sectores clave.
Según Kaspersky, entre junio de 2023 y julio de 2024 se bloquearon más de 64 millones de ataques de malware en Perú, lo que equivale a 177,4 ataques diarios o aproximadamente 123 por minuto. Además, los sectores más afectados por el malware en el país son el gobierno (41,74%), energía y servicios públicos (8,77%) y agricultura/forestal (7,16%), lo que resalta la importancia de fortalecer la seguridad en estas industrias críticas.
«Las cifras de ciberataques en el país evidencian la urgencia de adoptar estrategias de protección más sólidas. La ciberseguridad ya no es solo una cuestión tecnológica, sino un factor estratégico para la continuidad y competitividad de los negocios», señala Jaime Mourão, gerente general de Stefanini Perú.
Ante este panorama, el experto en ciberseguridad, ha identificado diez pilares esenciales para que las empresas implementen estrategias más robustas:
- Identificación de ataques dirigidos : No todos los ciberataques son aleatorios. Contar con sistemas de detección de intrusos y análisis de amenazas es clave.
- Protección de datos sensibles : La encriptación, copias de seguridad regulares y accesos restringidos reducen vulnerabilidades.
- Seguridad en la nube : La autenticación multifactor, la gestión de privilegios y la segmentación de redes son obligatorias.
- Entorno IoT seguro : Contraseñas seguras, actualizaciones constantes y segmentación de redes minimizan riesgos.
- Inteligencia Artificial como aliada : La IA permite automatizar tareas, detectar amenazas y responder a incidentes en tiempo récord.
- Ventaja competitiva : Una estrategia de ciberseguridad fortalece la reputación y genera confianza en clientes y socios.
- Resiliencia ante ciberataques : Un plan de respuesta a incidentes y pruebas de restauración facilitan la recuperación.
- Cumplimiento normativo : Adaptarse a regulaciones evita sanciones y mejora la seguridad, especialmente en el sector financiero.
- Capacitación del personal : Educar a los empleados en detección de riesgos, como correos fraudulentos, es crucial.
- Aliados estratégicos : Contar con expertos en ciberseguridad permite implementar soluciones más avanzadas.
“Invertir en ciberseguridad no es solo una medida de protección, sino una ventaja estratégica que garantiza la continuidad del negocio, protege la reputación corporativa y fortalece la confianza de clientes y socios en un mercado”, finaliza, Mourão.