- La Fundación Nexans organizó el evento “Energía como puente al desarrollo” para analizar los desafíos pendientes en el acceso a la energía eléctrica en el Perú.
- La electrificación en zonas rurales puede generar hasta un 17% de oportunidades de negocios y nuevos empleos.
De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas, la brecha de electrificación rural ha mostrado una disminución en los últimos años: de un 65% de cobertura en 2017, se ha alcanzado un 85.8% al cierre de 2023. Es una mejora notable, pero que aún dista de las metas fijadas de cara al 2026.
Partiendo de dicha problemática se llevó a cabo el evento “Energía como puente al desarrollo”, organizado por Indeco by Nexans y la Fundación Nexans en el marco de su décimo aniversario y que congregó a un panel de expertos del ámbito académico y privado, así como a representantes de organizaciones no gubernamentales con la finalidad de analizar y dialogar acerca los desafíos pendientes del país en el acceso a la energía eléctrica.
Pedro Gamio, exviceministro de Energía y Minas y magíster en políticas públicas, indicó que cerca de 2 millones de personas no tiene acceso a luz eléctrica en el Perú. “Ya no podemos quedarnos mirando desde la tribuna. Debemos apuntar hacia una transición energética por medio de una matriz diversificada y al mismo tiempo sostenible, es decir, que esté al servicio de las personas y que resguarde el ambiente.”
De acuerdo con Jose Luis Velásquez, Socio Líder de Sostenibilidad y Cambio Climático de PwC Perú, las regiones del país con menor acceso a la energía eléctrica son Loreto, Ucayali, Madre de Dios y Amazonas. El experto sostiene que la brecha en el acceso a la energía eléctrica tiene repercusiones negativas para el desarrollo social y económico, tales como “el uso limitado de tecnología en la salud y la educación, un aumento en la deserción escolar, escasas oportunidades de empleo y restricciones al desarrollo industrial.” Por el contrario, la electrificación en zonas rurales puede generar hasta un 17% de oportunidades de negocios y nuevos empleos.
Por su parte, las ONGs compartieron los desafíos que enfrentan en la implementación de proyectos orientados a la equidad energética. “En muchas regiones del interior las redes eléctricas son inestables, lo que afecta particularmente a los centros de salud: la conservación de las vacunas y la atención de servicios esenciales, como los partos, se ven comprometidos. Esta situación es insostenible”, comentó Andrés Bustamante, cofundador de EcoSwell, organización encarga del proyecto que benefició a más de 57 mil pacientes del Centro Médico de Talara (Piura) a través de la instalación de un sistema de suministro eléctrico ininterrumpido de energía solar.
Finalmente, Rafael Sotomayor, director de Territorio de TECHO Perú, sostuvo que 1 de cada 3 asentamientos humanos de la zona urbana no cuenta con una conexión eléctrica formal, una cifra muy distante de las estadísticas de planificación urbana. “Se habla mucho de la problemática del agua o el desagüe, pero muy poco de la falta de acceso a electricidad.”