La Policía Nacional del Perú (PNP) está experimentando cambios notables en sus divisiones clave, como la División de Homicidios (Dirincri) y la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote). Recientemente, el coronel Max Anhuamán, quien asumió la jefatura de la Dircote hace aproximadamente 3 meses, ha sido reemplazado por el general Luis Flores anterior director de Investigación Criminal, según una resolución oficial con las firmas de la presidenta Dina Boluarte y el ministro del Interior, Víctor Torres. A su vez, el coronel Víctor Revoredo dejará su cargo en la Dirincri para realizar un curso de maestría en Gestión Pública en la Universidad Católica (PUCP).
Este cambio ha suscitado debates sobre la brevedad del período de Anhuamán en el cargo de jefatura. A pesar de su trayectoria del coronel, que incluye roles en la Red Internacional Antiterrorista y la dirección de investigaciones sobre grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y organizaciones extremistas islámicas, su reemplazo ha sido objeto de críticas.
José Baella, exjefe de la Dircote, plantea que Anhuamán pudo haber ascendido por méritos, aunque ahora se espera que esta promoción esté vinculada a situaciones donde haya arriesgado su vida. Baella destaca la experiencia y habilidades investigativas de Anhuamán, cuestionando la decisión de reemplazarlo y sugiriendo que la institución debió considerar otros criterios para su continuidad.
La salida del coronel Revoredo de la Dirincri se justifica por su interés en seguir estudios de gestión pública en la Universidad Católica (PUCP), luego de liderar operativos contra el grupo criminal conocido como el Tren de Aragua. Su labor ha estado marcada por riesgos significativos, incluyendo amenazas de muerte vinculadas a casos investigados por la PNP.
En medio de estos cambios, el general Óscar Arriola permanece como jefe nacional de la Dirincri desde su asunción en diciembre de 2022, a pesar de enfrentar presiones, incluyendo solicitudes de cese por parte del expresidente Pedro Castillo. Arriola ha revelado incidentes de intimidación hacia coroneles de la PNP vinculados al Tren de Aragua, señalando que estas amenazas surgieron como consecuencia de operaciones de inteligencia e investigación realizadas por la institución policial.
