Los cuerpos de 34 civiles, entre ellos cuatro niños, que murieron hace 38 años en medio de una guerra civil entre el ejército y el grupo terrorista Sendero Luminoso, fueron entregados el jueves a sus familiares para su entierro después de ser identificados.
Familiares reciben restos óseos en pequeños ataúdes blancos durante una ceremonia religiosa en la Iglesia de Ayacucho. La mayoría de las víctimas son campesinos que han sido reportados como desaparecidos y cuyas familias llevan décadas exigiendo justicia.
Ayacucho, a 37 años de la típica carnicería allí en el marco de la brutal guerra civil peruana (1980-2000). Durante dos décadas de conflicto, los campesinos andinos se convirtieron en carne de cañón tanto para la guerrilla como para el ejército.
La mayoría de los campesinos fueron ejecutados por soldados de Sendero Luminoso o guerrilleros acusados de colaborar con cualquiera de las dos facciones, según la CVR. El enfrentamiento dejó unos 70.000 muertos y 21.000 desaparecidos, el 40% de ellos en Ayacucho. Esta zona es el principal bastión de Sendero Luminoso. Fuente: Fiscalía