En los escabrosos paisajes de los andes peruanos se encuentra un fenómeno de la ingeniería: Las 24 curvas de Huallpachaca. Esta carretera, temida por algunos y admirada por otros, une las regiones de Cusco y Apurímac en el Sur del País.
Su construcción se remonta en 1970, cuando una ruta principal se vio bloqueada por fallas geológicas, llevando a la gestión de una alternativa por parte del alcalde de Cotabambas y el respaldo de clubes sociales en concordancia con la propuesta inicial del entonces presidente del Perú, Fernando Belaúnde Terry.
Su ubicación está situada en el hermoso cañón de Apurímac y ofrecen un paisaje impresionante pero desafiante. Con Tambobamba como capital de la provincia de Cotabambas, esta carretera se serpentea entre montañas y precipicios, ofreciendo vistas panorámicas que cautivan a quienes se aventuran por ella.
Para los viajeros intrépidos, estas curvas representan un desafío. Sin embargo, es importante tener en cuenta las recomendaciones de seguridad al transitar por esta vía como: una revisión mecánica previa, el equipamiento de emergencia y una conducción defensiva. Con estas precauciones, los exploradores pueden disfrutar plenamente de la impresionante y temida carretera que une Cusco y Apurímac en el corazón de los andes peruanos.
