El horror se vive a diario: cada día decenas de niños y niñas en el Perú son víctimas de abuso sexual, mientras el Estado no logra frenar esta brutal realidad.
En lo que va del año 2025, el Perú ya registra 22,788 casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes, de los cuales 8,417 son violaciones sexuales, según informó la viceministra de la Mujer, Ana Sofía Rodríguez, ante el Congreso de la República. Una cifra que estremece y que expone, una vez más, la grave situación que enfrentan los menores en nuestro país.
El drama es constante. Según datos de UNICEF de 2024, a nivel mundial 400 millones de niños menores de cinco años sufren maltrato psicológico o físico en sus propios hogares. En el Perú, esta violencia se manifiesta de múltiples formas y en todos los rincones del territorio.
Durante el 2024, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) atendieron 63,489 casos de violencia contra menores, de los cuales 16,447 fueron por violencia sexual. Es decir, 54 niños y niñas fueron abusados sexualmente cada día.
Los casos concretos son tan atroces como impunes. En mayo pasado, en la provincia de Condorcanqui, la presidenta del Consejo de Mujeres Awajún, Rosemary Pioc, denunció siete nuevos casos de abuso sexual infantil, perpetrados presuntamente por docentes y auxiliares que siguen trabajando en las escuelas. Una denuncia que desnuda la ausencia del Estado en estas zonas.
Más recientemente, el 9 de junio, en Ate, las cámaras de seguridad captaron a una madre jaloneando y golpeando brutalmente a su hijo en plena vía pública. El motivo: el menor no podía amarrarse las zapatillas. La agresión fue tan evidente que la intervención policial fue inmediata.
A esto se suman los casos de abandono y desprotección. Solo en el distrito de Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, la Demuna ha registrado 107 casos de riesgo y desprotección infantil solo en los primeros meses de este año.
Frente a este panorama, las palabras de la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, cobran mayor urgencia: “Una crianza afectuosa y lúdica aporta alegría y contribuye también a que los niños y las niñas se sientan seguros, aprendan y se desarrollen”. Una realidad que hoy está lejos de cumplirse para miles de menores peruanos.
Si usted necesita ayuda o conoce un caso de violencia infantil, recuerde que puede comunicarse gratuitamente a la Línea ANNA 1810, un servicio de protección y asistencia inmediata para niñas, niños y adolescentes.