El Gobierno oficializó la renuncia de Javier Llaque como jefe del INPE tras la fuga de un reo en el penal de Lurigancho, y anunció medidas para reforzar la seguridad penitenciaria.
El Poder Ejecutivo oficializó este jueves la renuncia de Javier Llaque Moya a la presidencia del Consejo Nacional Penitenciario del INPE, tras la fuga de un interno del penal de Lurigancho, lo que generó un escándalo nacional. La decisión fue formalizada mediante la Resolución Suprema N° 077-2025-JUS, firmada por la presidenta Dina Boluarte y el ministro de Justicia, Eduardo Arana.
Llaque presentó su dimisión después de que John Kennedy Javier Sebastián, un reo venezolano condenado por delitos contra el patrimonio, lograra escapar burlando los controles de seguridad del penal. La fuga fue posible tras escalar una malla, atravesar un espacio sin vigilancia y superar un muro exterior.
En una conferencia de prensa, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, explicó que la renuncia de Llaque fue por “responsabilidad funcional”, señalando que el Ejecutivo tomaba acciones para corregir las fallas en el sistema penitenciario. Además, el director del penal de Lurigancho fue destituido y se está evaluando al posible sucesor de Llaque.
El INPE también implementó medidas inmediatas, removiendo al personal involucrado en la vigilancia de la zona y reforzando los controles internos y perimetrales, con el objetivo de evitar futuras fugas y mejorar la seguridad penitenciaria.