La sonda también cuenta con paneles solares optimizados para capturar luz a ángulos bajos, maximizando su capacidad energética en las duras condiciones del polo lunar.
China enviará en 2026 un innovador explorador robótico a la zona sur de la Luna como parte de su misión Chang’e-7. Este robot fue diseñado para ignorar las zonas iluminadas de la Luna e ir directamente a los cráteres con sombra, de esta forma analizará la posible presencia de hielo de agua en la superficie lunar.
«El hallazgo de agua en la Luna representaría un avance crucial para la exploración espacial. Actualmente, se estima que el costo de transportar un litro de agua desde la Tierra hasta la Luna puede superar los 35 mil dólares, por lo que contar con fuentes locales reduciría significativamente los gastos de futuras misiones», señala Patricia Paulet, subdirectora de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
De acuerdo con China Media Group, la sonda lunar probará tecnologías avanzadas necesarias para la permanencia humana en la Luna. Para confirmar la presencia de agua en la Luna, la nave cuenta con un analizador de moléculas que además analizará la distribución de hielo en los cráteres que no fueron tocados por la luz solar.
La detección exitosa de hielo de agua podría facilitar la instalación de bases lunares, permitiendo actividades humanas sostenibles a largo plazo. Además, sería un paso agigantado para la exploración del espacio, comenzando por Marte.
La sonda Chang’e-7, está compuesta por un orbitador, un módulo de aterrizaje, un explorador y una tolva móvil. Esta lidiará con el frío extremo de la zona lunar, la cual tiene una temperatura inferior a los -100º C además de contar con un terreno bastante rocoso y desafiante.
«Las misiones espaciales con alta autonomía son clave para el desarrollo de colonias en el espacio. En la actualidad, se calcula que alrededor del 60% de las operaciones de sondas avanzadas como la Chang’e-7 pueden realizarse sin intervención desde la Tierra, lo que optimiza la eficiencia y reduce los riesgos operativos», añade Patricia Paulet.
La sonda también cuenta con paneles solares optimizados para capturar luz a ángulos bajos, maximizando su capacidad energética en las duras condiciones del polo lunar. Según informó Tang Yuhua, uno de los responsables del proyecto, la misión ha entrado en su fase final de ensamblaje y pruebas, con miras a su lanzamiento en 2026.