Menores de edad vinculados a pandillas serán enviados a cárceles de adultos, una medida que refuerza la política de mano dura en el país.
El Congreso de El Salvador aprobó este miércoles una reforma a la Ley Penal Juvenil, permitiendo que menores de edad vinculados a pandillas sean enviados a cárceles de adultos. La medida, impulsada por el presidente Nayib Bukele, establece que los adolescentes permanecerán en pabellones separados hasta cumplir los 18 años, momento en el que serán trasladados al régimen penitenciario general.
Endurecimiento contra las pandillas
Desde marzo de 2022, el país vive un régimen de excepción que ha llevado a más de 83,000 detenciones en el marco de la «guerra» contra las pandillas. Con esta nueva reforma, el Gobierno busca que los jóvenes vinculados al crimen organizado no reciban un trato más flexible en comparación con los adultos.
El diputado Walter Cotto argumentó que la medida busca reforzar la seguridad y evitar que los adolescentes en pandillas obtengan privilegios distintos. Sin embargo, los menores que cometan delitos comunes seguirán bajo la tutela del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA), con la finalidad de facilitar su reintegración social.
Más restricciones para el crimen organizado
El Congreso también aprobó una reforma que prohíbe la libertad condicional o anticipada para condenados por delitos de crimen organizado. «Es necesario limitar estos beneficios para evitar que los criminales evadan sus sentencias», señala el documento legislativo.
La semana pasada, el Parlamento ya había elevado a 60 años de prisión la condena por homicidio agravado, reforzando la política de mano dura del Gobierno de Bukele. Si bien estas medidas cuentan con un alto respaldo popular, organismos de derechos humanos han manifestado su preocupación por las posibles violaciones a los derechos de los menores en el sistema penitenciario.