Mientras un sector de transportistas convoca a una paralización en Lima y Callao, otros gremios se desmarcan y denuncian intereses ocultos.
La Alianza Nacional de Transportistas ha convocado a un paro para este jueves 6 de febrero en Lima y Callao, en protesta por la violencia que afecta al sector. Julio Campos, vicepresidente de la organización, denunció la falta de acción del Gobierno frente a los asesinatos de transportistas.
«El año pasado cerramos con más de 2,140 asesinatos. Solo en enero hubo más de 180. ¿Cuántas víctimas más? No hay voluntad política, no hay liderazgo», declaró.
Sin embargo, otros gremios han tomado distancia. La Coordinadora de Transporte, liderada por Héctor Vargas, anunció que el sector formal no acatará la medida, al considerar que carece de objetivos claros y ha sido politizada.
Por su parte, Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte, rechazó la participación de transportistas ilegales en la convocatoria. «No vamos a participar con ilegales. Estamos en contra de la extorsión y la politiquería barata», afirmó.
La protesta genera un escenario dividido en el sector, con acusaciones cruzadas y cuestionamientos sobre la verdadera finalidad del paro.