Proveedores continúan con un alto requerimiento de producción debido a la naturaleza de los combates.
La industria de la defensa rusa se enfrenta a serios desafíos que podrían paralizar las exportaciones de material bélico. Las tasas de interés impuesta por el Banco Central de Rusia, la alta demanda por la guerra en Ucrania y la falta de recursos humanos son algunos de los factores que están ralentizando las entregas a clientes extranjeros.
Sergei Chemezov, CEO del fabricante estatal de armamento Rostec expresó recientemente ante senadores rusos que “lamentablemente no podemos entregar todo para la exportación a tiempo, porque ante todo es importante abastecer a nuestro ejército”. Esto implica que uno de los principales actores de la industria de la defensa rusa podría suspender las exportaciones de sus productos de alta tecnología, incluidos aviones, sistemas de defensa aérea y buques, ante la creciente demanda impuesta por el conflicto en Ucrania.
La guerra en Ucrania está teniendo un elevado costo en recursos materiales para las Fuerzas Armadas rusas, no solo por las pérdidas de miles de vehículos, aeronaves y material de todo tipo, sino por el desgaste que implica sostener por más de tres años el tipo de operaciones que se están desarrollando en los campos de batalla ucranianos y, más reciente en el tiempo, rusos, luego de que se abriera el frente en Kursk.
Es por esta razón que, tanto Rostec como otros proveedores de Moscú, están sufriendo la presión por la incesante demanda de las Fuerzas Armadas rusas, las cuales continúan con un alto requerimiento de producción debido a la naturaleza de los combates, y a las ya mencionadas pérdidas. Es por esta razón que la industria de la defensa rusa está casi obligada a enviar un importante porcentaje de su producción a las FFAA en lugar de venderlo o hacer entregas a clientes extranjeros.