Aplicando tecnología antibacterial en los pisos, la iniciativa de Cerámica San Lorenzo apunta a generar bienestar y resiliencia en las familias que acoge la Casa Ronald McDonald.
La empresa aportó a la transformación de habitaciones y servicios higiénicos de una nueva área con productos locales de la más alta calidad, convirtiéndolos en espacios seguros e higiénicos.
En asociación con Casa Ronald McDonald, Cerámica San Lorenzo hizo posible la remodelación de más de 400 m2 de una de las nuevas áreas del albergue temporal, en su sede de Jesús María. La iniciativa buscó crear entornos que satisfagan las necesidades físicas, de contención emocional y además impacten positivamente sobre la calidad de vida de un aproximado de 70 familias del interior del país que suelen llegar cada mes. Se trata de parientes de niñas, niños o adolescentes que llegan a nuestra capital para tratar enfermedades con procesos complejos.
“Esta iniciativa va más allá de la remodelación de espacios: es testimonio de nuestra convicción sobre los beneficios que puede brindar un entorno cuidadosamente diseñado, teniendo un efecto directo en la salud y el bienestar de nuestra niñez, e inclusive en todo su núcleo de seres queridos. Nos entusiasma saber que estos acogedores espacios aportarán fortaleza, calma y seguridad a las familias que atiende la Casa Ronald McDonald Perú», comentó Antoinette Peyre, gerente de marketing de Cerámica San Lorenzo, compañía que opera desde su fábrica en Lurín (Lima).
El proyecto abarcó las habitaciones y servicios higiénicos del área EsSalud de la casa de acogida, sumando un total de nueve espacios más el suelo de un pasadizo. Los pisos se revistieron con un producto cuya tecnología es propia y una de las más destacadas de la compañía: Bio-Cer. Se trata del primer cerámico biocida que elimina de manera autónoma hongos, bacterias y virus, y crea espacios más salubres para las más de mil familias que cada año aloja el albergue. Las paredes, por su parte, fueron revestidas con productos sofisticados y funcionales.
Recinto remodelado ya impacta en vidas
En la inauguración de los espacios, estuvieron presentes los primeros beneficiarios, una familia arequipeña de cuatro integrantes cuya pequeña hija requería de un trasplante de riñón para salvar su vida. En el marco de la develación oficial de la placa de Cerámica San Lorenzo en el recinto, los padres de familia se refirieron al lugar como un espacio cálido y cómodo que los albergó en Lima cuando más lo necesitaban.
“Gracias a la casita pude estar muy cerca de mi hija. Porque no es bueno estar lejos como mamá. Yo estaba en recuperación (en el hogar Ronald McDonald) y mi hija aún en recuperación, pero me sentía aliviada porque sabía que estaba muy cerca de ella”, explicó la señora de iniciales M.B., madre de la niña que, como donante del riñón, necesitaba un espacio acogedor en la capital para recuperarse y permanecer cerca de su pequeña.
La Casa Ronald McDonald opera desde hace nueve años en Perú, brinda alojamiento, apoyo emocional y recursos esenciales a personas con niños que reciben tratamiento médico dentro del Hospital Edgardo Rebagliati y forma parte de la organización internacional Ronald McDonald House Charities, que cuenta con 380 casas alrededor del mundo. Para este año, la Casa apunta a cerrar el 2023 con 7,200 atenciones en nuestro país.
Cabe destacar que, a través de sus colaboradores, Cerámica San Lorenzo también acompaña constantemente a la asociación en actividades de voluntariado para sus beneficiarios.
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