- La OMS estableció cada tercer jueves de noviembre como el Día Internacional del Aire Puro.
- La campaña Consecuencias, impulsada por el proyecto Prevenir de USAID y diversos aliados, resurge para poner en agenda pública el impacto de los delitos ambientales.
La Amazonía es frecuentemente referida como el pulmón del mundo. Según investigadores del Laboratorio de evolución de la diversidad biológica de Toulouse (Francia), esta selva absorbe alrededor del 15% del dióxido de carbono en la atmósfera. Es decir, que tiene un rol clave para regular el clima del planeta.
Perú es el segundo país con mayor extensión de bosques amazónicos, los que ocupan el 62% del territorio nacional. Sin embargo, debido al desarrollo de la agricultura y de infraestructura sin planificación adecuada y -sobre todo a delitos ambientales como la tala y la minería ilegales- se pierde alrededor de 150,000 hectáreas de bosques al año.
La pérdida de bosques representa actualmente 47% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en el Perú. Es decir que, al reducirse los bosques, no solo se pierde su capacidad de purificar el aire y regular el clima, también se liberan enormes cantidades de dióxido de carbono. Por ello, en el Día Internacional del Aire Puro, es importante conocer más sobre los delitos ambientales que dañan esta riqueza forestal.
La tala y minería ilegales, delitos que contaminan
La tala ilegal es la extracción no autorizada de árboles y especies maderables. Se concentra principalmente en Ucayali, Loreto y Madre de Dios. Según datos del Proyecto Prevenir, la tala ilegal representa alrededor del 37% de la producción de madera en el Perú. En el mundo es el tercer crimen transnacional más rentable. Según la organización Global Financial Integrity, cada año la tala ilegal moviliza hasta 157,000 millones de dólares.
Por su parte, la minería ilegal es la extracción de minerales con prácticas no autorizadas o en espacios prohibidos como las riberas de los ríos, lagunas, cabeceras de cuenca y las zonas de amortiguamiento de áreas naturales protegidas. En la selva peruana, el oro se extrae principalmente de los ríos.
Para ello, los mineros ilegales emplean mercurio, metal tóxico cuyo vapor contamina el aire que respiran animales y personas. Según un estudio de Artisanal Gold Council, aproximadamente 181 toneladas de mercurio son arrojados cada año al suelo, aire y agua en la región de Madre de Dios.
¿Cómo enfrentar estos delitos ambientales?
Una de las iniciativas preocupadas por generar conciencia sobre esta realidad es Consecuencias, una campaña impulsada por el proyecto Prevenir de USAID, el Ministerio del Ambiente, Osinfor, Sernanp y diversos aliados. Desde ella se busca llegar principalmente a los jóvenes con actividades lúdicas y artísticas que sensibilizan e informan sobre los tres delitos ambientales que más impactan en la Amazonía.
La cruzada se encuentra en su tercer lanzamiento y busca sumar más jóvenes a fin de concientizarlos sobre cómo afecta la tala ilegal, el tráfico de fauna silvestre y la minería ilegal a todos los peruanos.
En sus ediciones pasadas Consecuencias logró sumar el respaldo de alrededor de 30 organizaciones aliadas y más de 60 artistas, influencers y líderes de opinión, tanto en Lima como en las regiones de Loreto, Ucayali y Madre de Dios. Es posible empezar a tomar acción ingresando a www.consecuencias.pe y sumarse al movimiento en sus redes sociales de Facebook e Instagram.