Durante los primeros pasos de un emprendimiento o negocio, muchas veces se piensa en familiares como socios o aliados para iniciar la aventura empresarial. Esta apuesta, en algunos casos, facilita que el emprendimiento inicie con aspectos como la confianza y el compromiso, pero también puede representar problemas si es que no se sabe definir bien la parte familiar con el frente del negocio.
Para mantener las cuentas claras César Vela, subgerente de Productos de Los Andes, comparte 3 recomendaciones importantes a tomar en cuenta para tener un negocio familiar exitoso.
- Definir cargos y roles desde el inicio
Quizás el punto más importante al inicio de todo emprendimiento es definir cuáles son los cargos y funciones de cada uno de los integrantes. Al igual que dejar en claro quién será el líder o voz principal a la hora de tomar decisiones en el negocio. Por ejemplo, si el negocio se realiza en el mundo agro, debe haber una claridad sobre quién realizará la siembra, cosecha o crianza del ganado y saber quién tendrá la responsabilidad de llevar las cuentas y seguir el rastro del dinero. Finalmente, es esencial que otra persona esté al frente de las ventas para crear las estrategias que aseguren la mayor cantidad de ingresos.
- Definir un salario y sus bonificaciones
La forma más sencilla de evitar malentendidos, discusiones o enfrentamientos sobre las ganancias del emprendimiento es definir un salario, las bonificaciones y hasta las utilidades (en porcentaje) que recibirá cada persona.
Si cada integrante de la familia recibe una remuneración por su trabajo y tiene claro cuándo recibirá alguna bonificación adicional, entonces habrá una calendarización y predictibilidad sobre el flujo de caja de la empresa.
- Separar las cuentas empresariales de las familiares
Mantener la distancia entre las cuentas bancarias del emprendimiento familiar y el hogar es clave para unas sanas finanzas en el negocio. Esta tarea puede resultar confusa en un primer momento, porque muchos familiares pueden sentir que tienen derecho a tomar una porción del dinero que produce el negocio para cubrir sus necesidades personales.
Por eso, es importante abrir una cuenta bancaria exclusiva de la empresa, la cual funcionará en un futuro para pedir algún crédito. Hay que asegurar que la frontera entre las cuentas empresariales y personales quede marcada desde el inicio.