- “Crédito Awa” viene colocando más de mil desembolsos mensuales para proyectos de agua y saneamiento principalmente en la sierra y selva del Perú.
- Son más de 30 mil los beneficiarios que hasta la fecha han recibido más de 39 millones de soles de financiamiento.
El acceso a agua y saneamiento en las zonas rurales de nuestro país es una de las problemáticas que complica el desarrollo de las familias peruanas. A fin de contribuir con el cierre de estas brechas, Los Andes junto a Asomif Perú y Water Org, viene implementando desde hace 14 meses un proyecto para democratizar el acceso a agua a más de 40 mil peruanos.
“Los préstamos están siendo destinados para instalación o remodelación de baños, instalación de tanques y cisternas que aseguren tener agua en casa las 24 horas, así como conexión a la red pública, mejorando con esto la calidad de vida de nuestros clientes”, dijo César Augusto Vela Bazán, subgerente de producto de Los Andes.
Esta alianza permitirá reducir la brecha entre las personas que no cuentan con acceso y disponibilidad a agua y saneamiento y espera colocar alrededor de 48 millones de soles durante el 2023.
Beneficios
Contar con mejoras en agua y desagüe impacta positivamente en la calidad de vida de los beneficiarios, que a su vez pueden generan ingresos complementarios e incrementan el valor patrimonial de sus viviendas y/o locales comerciales. A la fecha son más de 1,200 los desembolsos mensuales que realizan y estiman un promedio de 1,500 para los siguientes meses”.
“Tenemos un compromiso firme por dar mayor accesibilidad a este tipo de financiamiento y acompañarlos en su desarrollo”, agrega Vela Bazán de Los Andes.
A la fecha, casi dos millones de peruanos no tienen acceso a una conexión de agua potable y cuatro millones no tienen acceso a un saneamiento adecuado, a pesar de que, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Perú ocupa el octavo lugar en el ranking mundial de países con mayor cantidad de agua con 1.89% de agua dulce disponible en la Tierra. Algunos hogares, incluso, pagan casi diez veces más por agua que un hogar conectado a la red del servicio público, además de convertirse en un foco de infección por estar almacenada en depósitos descubiertos propensos a la propagación de enfermedades bacterianas o virales.