Con la llegada del verano al país, se puede notar que el público consumidor va cambiando y/o adquiriendo nuevos hábitos de compra. La temporada de enero-marzo representa para algunas industrias más del 35% de sus ventas anuales. Por ejemplo: útiles escolares y de escritorio, aguas de mesa y hielo, cervezas, heladerías, bares, productos de protección solar, destinos y servicios turísticos de playa, alquiler de casas y departamentos de playa, principalmente.
Este 2023 será retador para los negocios, tomando en cuenta la coyuntura político-social, el alza de precios y otros puntos que abarquen el proceso de compra y venta. Además, es el inicio de la postpandemia, que encuentra un consumidor peruano bastante más cercano al uso de la tecnología, ‘e-commerce’, e inmerso en una constante transformación de su comportamiento de compra y consumo.
“Más del 63% de los peruanos, son menores de 40 años (millenials, centennials y generación alfa). Lo que condiciona un comportamiento de compra más digital para este grupo poblacional, su fuente de información principal son las redes sociales, foros especializados en línea, marketplace y recomendaciones familiares. Y, este año, se aproxima que 14 millones de peruanos comprarán en línea”, afirma Luis Fernando Terry, director de la carrera de Marketing y Gestión Comercial de la Universidad Le Cordon Bleu.
Ante la coyuntura actual, los consumidores serán muy cautos con sus gastos. Los consumidores buscarán una mayor relación calidad-precio en sus compras de bienes y servicios. Aunque la mayoría mantendrá o reducirá sus niveles de gasto, las marcas que tengan una fuerte relación o vinculación con el cliente son aquellas que destacarán y se fortalecerán durante esta temporada.
Con el fin de que los emprendedores puedan aprovechar al máximo la tendencia del verano, resulta clave adaptarse a las tendencias que van surgiendo, bajo esa razón, Luis Fernando Terry comparte las siguientes recomendaciones:
– Reforzar los canales de atención: Los comerciantes deberán apostar por la omnicanalidad, y ejecutar una estrategia de atención en varias plataformas (online y offline). Es importante facilitar distintos medios de pago, ya que actualmente, muchas personas prefieren utilizar billeteras electrónicas además de las tarjetas de crédito. Asimismo, también es vital trabajar en el proceso de entrega del servicio/producto para que este llegue correctamente al consumidor.
– Flexibilidad en el diseño del producto: En este caso, se debe considerar la posibilidad de que los clientes personalicen el diseño del producto/servicio que deseen. Este punto será un valor agregado para personas e instituciones. Otro aspecto crucial es armar paquetes de “venta cruzada” con productos y servicios complementarios de gran interés o valor.
– Políticas de entrega y devolución flexibles: Los consumidores siempre están evaluando y comparando marcas, analizando su conveniencia y valor. Para lograr una mayor conversión, las empresas deben brindarle seguridad al comprador. Seguridad en tiempos de entrega, condiciones de entrega, calidad del despacho, seguimiento del pedido, y políticas claras de devolución y cambio para evitar inconvenientes.
– Incrementar las experiencias positivas con los clientes: Cuando no se pueda satisfacer algún requerimiento adicional del cliente, se debe plantear dos o tres escenarios que puedan suplir o reemplazar sus nuevas demandas. Tener un plan A, B y C, transmite profesionalismo y, sobre todo, un alto compromiso con el cliente. Es mucho más eficiente cuando la respuesta es inmediata y directa, ya sea de manera presencial o digital.
Finalmente, para este verano, se estima un mayor desarrollo en los tipos de compras conocidas como “para el diario”, es decir aquellas ‘’compras de proximidad’’ y compras de ‘’consumo inmediato’’. Por estas razones, los emprendedores deben de estar al tanto del comportamiento de compra de clientes y de los hogares durante esta temporada, para satisfacer sus requerimientos en un contexto de inestabilidad y prudencia en el gasto.